Iniciamos el deseado viaje de ida a Boumort al día siguiente de que Ernesto, nuestro presidente, acordara con Jordi Palau, director de la reserva, nuestra visita. Partimos al amanecer, de manera que pudimos acceder a la reserva a tiempo para el "desayuno”. Como sabéis muchos, es así como llaman coloquialmente al suministro diario de comida a la colonia pirenaica de buitre negro. Los restos cárnicos que se aportan se dispersan en pequeñas cantidades a primera hora de la mañana en un PAE (Punto de Alimentación Especifica). Este método favorece la correcta alimentación de los buitres negros, fijándolos mejor a la colonia y evitando los riesgos de una mayor dispersión. Para unos neófitos como nosotros, resultó un verdadero espectáculo ver pasar a decenas de buitres sobrevolando nuestras cabezas, tan cerca que podía oírse el batir de sus alas al viento, para alimentarse y posteriormente posarse en unos cortados próximos a descansar. Es un momento importante, en el que las personas encargadas del seguimiento diario de la colonia aprovechan para realizar la visualización y monitorización de los individuos marcados.

La siguiente parada fue en un punto de observación cercano al hacking de los dos pollos de buitre negro mencionados, donde pudimos observar cómo se les suministraba la ración de comida diaria. Hay que mencionar que ambos buitres se comportan como si fueran verdaderos hermanos de un mismo nido. Incluso realizan los ejercicios de estiramiento y preparación al vuelo acompasadamente. Estos no son los dos únicos ejemplares que, si todo va según lo esperado, aumentarán la ratio de la colonia este año. Hay otros tres pollos de parejas formadas en Boumort que nacieron esta primavera, dos de los cuales ya habían iniciado sus primeros vuelos en el momento que visitamos la Reserva. Cómo no, también tuvimos el privilegio de observar los tres nidos de estos ejemplares (a una más que prudente distancia, eso sí) y seguir, tanto visualmente como a través del emisor de radiofrecuencia que portan, a los pollos en sus primeros vuelos, así como a sus padres, siempre cercanos, para alimentarlos o protegerlos de cualquier peligro que pudiera acontecerles.

Del PAE al PAS

Pero este viaje aun nos deparaba una última sorpresa. Cuando nos dieron la opción de quedarnos un día más en Boumort y tuvimos permiso para acceder al día siguiente a la Reserva y observar el aporte de comida en el PAS (Punto de Alimentación Suplementaria), ninguno de los allí presentes pudimos rechazar aquella concesión. Así que ahí estábamos al siguiente amanecer camino, primero del PAE para “el desayuno” y después del PAS. Llegamos a la ladera opuesta y a la altura idónea en el momento que los guardas de la Reserva repartían el aporte de comida de ese día. Ya se intuía la magnitud del espectáculo según nos acercábamos al punto de observación por el “anillo de individuos” que se encontraban volando en círculos en el cielo concentrándose sobre la zona. Pero cuando alcanzamos a divisar el PAS la visión fue impresionante.

Trataremos de describirlo en pocas palabras: una multitud de unos trescientos individuos se disputaban los trozos de comida en toda la extensión del PAS. A decir verdad, casi todos los que bajaron al principio eran buitres leonados, pero poco a poco fueron dejando paso a los buitres negros que aumentaron su presencia, al igual que posteriormente algunos alimoches y por último los majestuosos quebrantahuesos. Allí se encontraban algunos de los buitres negros observados o monitorizados en la mañana en el PAE, así como individuos juveniles e inmaduros de todas las especies. En definitiva una visión emocionante, a expensas de una deseable mejora en la ratio buitre negro / buitre leonado, pero hermosa en todo caso.

La sola idea de que estábamos en el único paraje del planeta donde ahora mismo es posible ver a las cuatro rapaces necrófagas europeas (quebrantahuesos, alimoche, buitre negro y buitres leonado) alimentándose juntas en una misma carroñada es algo que no se puede explicar si no estás allí. Y sólo pensar que hace diez años no podríamos estar diciendo estas mismas palabras y que este hito es un logro de gente apasionada por la conservación en general, y el buitre negro en concreto, que trabaja en GREFA, TRENCA y otras organizaciones similares, nos satisface a los que estamos empezando a formar parte de este mundillo.

Muchas gracias por vuestra labor y hospitalidad, amigos y compañeros del proyecto de reintroducción del buitre negro en los Pirineos.

El proyecto de reintroducción del buitre negro en los Pirineos está promovido por la Generalitat de Catalunya (a través del Departament d'Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació y el Departament de Territori i Sostenibilitat) y la Fundació Catalunya–La Pedrera. GREFA y Trenca participan en el asesoramiento y la ejecución del proyecto, junto con el personal del Espacio Natural de Alinyà y la RNC de Boumort. La Obra Social “la Caixa” (vía convenio con la Generalitat de Cataluña) y REE participan de manera destacada en la financiación del proyecto.