Estos cuatro corzos llegaron a nuestro centro siendo aún crias de muy corta edad, a los que había que alimentar a base de biberón. Es más, tres de ellos fueron criados por una cabra gracias a nuestro vecino y pastor Antonio, que tiene su rebaño en el Monte del Pilar de Majadahonda (Madrid), donde se ubica nuestro hospital de fauna.

También queremos dar las gracias a Nacho Morando y al Aula Apícola de Hoyo de Manzanares, que una vez más nos prestaron su finca para llevar a cabo la liberación de estos corzos. Esta acción es un ejemplo más de lo mucho que compensa, para la conservación de nuestra biodiversidad y la concienciación de los ciudadanos, todos los esfuerzos que cada año dedicamos desde nuestra Campaña de Huérfanos a salvar a esos cientos de crías y pollos de las más diversas especies que en la primera fase de su vida requieren una ayuda extra.

Los padrinos de los corzos muestran orgullosos sus diplomas acreditativos. De izquierda a derecha: Magdalena, Paqui, Ricardo y Juan Carlos.Los padrinos de los corzos muestran orgullosos sus diplomas acreditativos. De izquierda a derecha: Magdalena, Paqui, Ricardo y Juan Carlos.