GREFA ha participado en dichas jornadas exponiendo sus experiencias con esta problemática a través del director del Hospital de Fauna Salvaje de GREFA, Fernando González, quien ha tratado temas relativos al ingreso de animales silvestres con diferentes tipos de intoxicaciones y a las mejoras adquiridas en los medios para trabajar en este ámbito. También explicó la labor tan importante que cumple el Laboratorio de Necropsias de GREFA, gracias al cual se consiguen identificar muchos casos de intoxicaciones. Tuvo igualmente un papel importante en la presentación la labor formativa de nuestro hospital de fauna, por el cual anualmente pasan infinidad de voluntarios, estudiantes y profesionales. Esperamos que muchos de ellos se conviertan en futuros expertos dedicados a la lucha contra esta lacra.

Por su parte, Carlos Cuéllar, miembro del equipo de GREFA para el Control Biológico de las Plagas de Topillo, expuso experiencias relacionadas con episodios de envenenamiento como efectos directos de los tratamientos con rodenticida químico de plagas agrícolas de topillo campesino. Aquí se ha hecho especial hincapié en los riesgos de envenenamiento secundario que la bromadiolona (rodenticida anticoagulante de segunda generación) conlleva para especies de depredadores. También se trató la gravedad de la situación legal actual, que permite su normal comercialización. De hecho está regulada la posibilidad de usar este tóxico siempre y cuando se introduzca en las madrigueras, pero no contempla el riesgo de envenenamiento a través de la cadena trófica. No olvidemos que este químico produce la muerte lenta del topillo, permitiéndole seguir desarrollando su actividad normal  una vez consumido el cebo, pero con la capacidad de huida mermada, lo que le hace una presa fácil y un vector del veneno en la cadena alimentaria.

En conclusión, todas las ponencias mostraron su preocupación por la gravedad del problema en todo el territorio peninsular, donde se siguen registrando episodios de envenenamiento, incluso con sustancias ilegales.