"¡Cuidado, alambre!" ... Todos los que salimos al campo hemos escuchado alguna vez esas palabras. Una advertencia que va corriendo de boca en boca a lo largo de la hilera de caminantes para avisar del peligro cuando aparecen desperdigados por el suelo los restos de alguna antigua alambrada. Unos restos que a menudo se camuflan convirtiéndose en traicioneras trampas tanto para personas como para animales, sobre todo cuando en invierno quedan medio ocultos por la nieve. Y unos restos que por si fuera poco estropean y afean muchos de nuestros mejores paisajes.

Los participantes en la jornada de limpieza en plena ascensión.Los participantes en la jornada de limpieza en plena ascensión.Respondiendo al llamamiento de la RSEA Peñalara, 25 personas (y 2 perros) nos presentamos el sábado 28 de octubre a primera hora de la mañana en el Puerto de la Morcuera. Desde allí empezamos poniéndonos a prueba con una larga aproximación de cinco kilómetros hasta llegar al cauce del arroyo Aguilón. Quizá este nombre a la mayoría no le diga nada, pero si hablamos de la cascada del Purgatorio (una de las más bonitas de la Comunidad de Madrid y que está alimentada precisamente por este arroyo) seguro que a todos nos resultará mucho más conocido.

5 rollos de alambre y 250 piquetas

Lamentablemente el curso alto de ese arroyo entre los 1.700 y los 2.100 metros de altitud se encontraba sembrado de antiguas alambradas que podían poner en grave riesgo a los animales que viven en él o que lo visitan. La buena noticia es que al final del día habíamos dejado todo aquello limpio y despejado, habiendo retirado entre todos los voluntarios cinco grandes bobinas de alambre de espino y alrededor de 250 estacas metálicas.

Momento de la recogida de una de las alambradas abandonadas en la sierra de Guadarrama.Momento de la recogida de una de las alambradas abandonadas en la sierra de Guadarrama. Dos voluntarios transportan una de las alambradas recogidas en la sierra de Guadarrama.Dos voluntarios transportan una de las alambradas recogidas en la sierra de Guadarrama.

 Las decenas de kilos de alambre fueron porteadas por nosotros mismos ladera abajo hasta un lugar donde podrían ser recogidas en todoterreno por el personal de Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Las estacas por su parte quedaron agrupadas en unos pocos puntos concretos a la espera de ser definitivamente retiradas en una futura convocatoria.

Y de remate, rescate de un lúgano

Hembra de lúgano recogida durante la jornada y rehabilitada en el hospital de fauna de GREFA.Hembra de lúgano recogida durante la jornada y rehabilitada en el hospital de fauna de GREFA.La jornada culminó con una última sorpresa que nos dio especial protagonismo a GREFA, ya que al llegar de vuelta al Puerto de la Morcuera uno de los participantes encontró cerca de la carretera una hembra de lúgano incapaz de volar. Sin pérdida de tiempo lo trasladamos a nuestro Hospital de Fauna Salvaje, donde fue sometido a una exhaustiva exploración veterinaria.

Los veterinarios no apreciaron en el lúgano ninguna herida ni lesión. Quizá sólo había quedado un poco aturdido por algún golpe o a lo mejor tuvo un pequeño problema transitorio del que se recuperó durante el traslado, así que decidieron no esperar más para ponerle nuevamente en libertad.

No queremos terminar estas líneas sin agradecer la labor de la RSEA Peñalara en la mejora y recuperación de los hábitats de montaña, y en especial a su presidente, Pedro Nicolás, y a su vocal de Medio Ambiente, Emilio Lapeña, por su entusiasmo e implicación y por su participación directa en estas iniciativas que ellos mismos siempre encabezan.

Os adjuntamos el vídeo de esta feliz liberación, que se hizo de la mano de una de nuestras voluntarias de la enfermería del hospital de fauna de GREFA:

Si quieres participar en esa actividad o en cualquier otra de las que organiza de forma periódica el Club Peñalara en favor del medio ambiente permanece atento y ... ¡súmate a nosotros!

Foto de grupo de los participantes en la jornada de limpieza de alambres convocada por RSEA Peñalara.Foto de grupo de los participantes en la jornada de limpieza de alambres convocada por RSEA Peñalara.