Al menos 119 ejemplares han muerto, en un episodio de envenenamiento con el que al parecer se pretendía impedir el ataque de depredadores como los leones al ganado, según se informa desde BirdLife Botsuana en una noticia recogida por el diario digital Mmegi.

Como todos sabemos, una vez que se da rienda suelta al veneno, la muerte es indiscriminada y las rapaces carroñeras son especialmente vulnerables. Ni que decir tiene cuál es el principal caballo de batalla para recuperar las poblaciones de buitres, tanto en África como en Europa, algo que solo se podrá lograr combinando medidas coercitivas para acabar con la impunidad de este delito con muchas dosis de formación, sensibilización y educación ambiental.