Como sabéis, todas las primaveras el cernícalo primilla vuelve desde sus cuarteles de invierno en África a la Península Ibérica, donde pasará su época de cría. Esta pequeña ave rapaz de carácter colonial y antrópico está fuertemente ligada a los medios cerealistas. Su dieta basada en insectos y pequeños roedores hacen de este halconcillo uno de los más poderosos aliados de la agricultura. Por ello, la presencia de colonias diseminadas por el territorio contribuye de manera eficaz al control biólogo y local de las plagas de los cultivos.

Si echamos la vista unas décadas atrás, no será difícil recordar que en el medio rural cerealista, los atardeceres estaban envueltos por chillidos de primillas, que anidaban en los tejados viejos. En la actualidad, la pérdida de hábitat de nidificación, por la restauración o derrumbe de edificios antiguos unido a los cambios en los cultivos, el aumento de los plaguicidas químicos, el modelo de agricultura intensiva impuesto por las multinacionales y la ausencia de medidas agroambientales realmente efectivas han llevado a las poblaciones de cernícalo primilla  a un estado más que vulnerable.

Para paliar esta situación, desde GREFA llevamos varios años trabajando para mejorar el hábitat de esta especie con decenas de actuaciones como la construcción de nuevos núcleos de cría o la restauración de alguno ya existente. En esta ocasión, hemos escogido un antiguo silo de maíz situado en la explotación agropecuaria y granja escuela "Las Cortas de Blas", en Villalba de los Alcores (Valladolid).

Esta actuación enfocada a mejorar la biodiversidad de la zona contribuirá a reforzar aquellas otras medidas que, con muy buen criterio, han ido desarrollando los responsables de la explotación a lo largo de estos últimos años y cuya finalidad es, entre otras, demostrar que la agricultura y la ganadería son perfectamente compatibles con la conservación de las especies y del ecosistema.

Otro momento durante la colocación de nidales en "Las Cortas de Blas".Otro momento durante la colocación de nidales en "Las Cortas de Blas".

No solo de insectos vive el cernícalo primilla

Si bien a estos pequeños halcones se les atribuye hábitos casi estrictamente insectívoros, es frecuente encontrar verdaderas despensas de roedores dentro de sus nidales durante la época de cría. Evidentemente, es una buena razón para trabajar por la mejora de las poblaciones de cernícalo primilla en aquellas zonas en las que el topillo campesino es considerado como una plaga para la agricultura.

Y como muestra vale un botón: echad un vistazo a cómo este pollo de cernícalo primilla de nuestro primillar de Batres (Madrid) engulle un roedor.

Macho joven de cernícalo primilla sobre un tejado.Macho joven de cernícalo primilla sobre un tejado.