En el cúbito la fractura era más compleja puesto que al tener una forma en espiral podía haber desplazamiento de los fragmentos o nuevas fracturas si no se realizaba una buena inmovilización. Pero como buena gaviota que era, nuestra paciente posiblemente no nos lo iba a poner fácil...

Quizás muchos de vosotros no sepáis que las gaviotas son aves muy nerviosas y activas que no llevan muy bien las recomendaciones de reposo. Decidimos por ello que la mejor solución era realizar una cirugía que nos permitiera reparar las fracturas, para asegurarnos de que las lesiones no empeorasen y los huesos soldasen correctamente. Así pues, nuestro equipo de veterinarios y voluntarios se puso en marcha para colocarle a esta gaviota sombría un fijador mediante unas agujas ancladas en el hueso, que estabilizan completamente las fracturas.

La cirugía fue todo un éxito y nuestra gaviota se está portando como una campeona en el proceso post-quirúrgico, empezando a comer desde el primer día tras la intervención y soportando sin rechistar las curas necesarias. Todavía le queda un largo camino para poder volver a volar, dado que no solo los huesos están dañados, sino que la musculatura de la zona afectada también ha sufrido por el traumatismo recibido, pero vemos con optimismo su recuperación.

Esperamos que pronto pueda volver a unirse a los grandes bandos de gaviotas sombrías habituales en el entorno urbano de Madrid y que cada día sobrevuelan nuestro hospital de fauna en su camino desde las áreas de alimentación a los dormideros.

Veterinarios y voluntarios realizan la cirugía de la gaviota sombría.Veterinarios y voluntarios realizan la cirugía de la gaviota sombría. En el ala a la derecha de la radiografía se observan las fracturas de cúbito y radio.En el ala a la derecha de la radiografía se observan las fracturas de cúbito y radio.