La exploración veterinaria que hicimos a la abubilla, apoyada por el diagnóstico radiográfico, evidenció una fractura ósea en un ala, en concreto de cúbito izquierdo, lo que había provocado un gran hematoma e inflamación. La fractura, sin cirugía, parecía difícil de resolver por lo que se decidió actuar rápidamente, para intentar alinearla quirúrgicamente. Tras una rápida intervención, realizada con una aguja hipodérmica debido al pequeño tamaño del paciente, el animal se recuperó bien de la anestesia y se le vendó el ala fracturada. Esperamos que este simpático y peculiar animal, identificable por su gran cresta y su largo pico, pueda pronto surcar de nuevo los cielos con su característico vuelo ondulante y sus alas rayadas.

Radiografía de la abubilla, con la fractura ya reducida por una aguja intraósea.Radiografía de la abubilla, con la fractura ya reducida por una aguja intraósea.