Como muchos recordaréis, el primer águila imperial que tuvimos que atender en 2017 fue "Noor", que ingresó en nuestro hospital de fauna a mediados del pasado marzo con graves lesiones y, tras ser recuperada por nuestros veterinarios y rehabilitadores, volvió a la libertad el pasado 19 de julio [https://goo.gl/ZsSCnA]. Sin embargo no iba a acabar con ella ni mucho menos nuestros sustos y desvelos con esta joya de nuestra fauna.

En efecto, el pasado 10 de agosto recibíamos en nuestro teléfono de urgencias la llamada de una vecina de la localidad madrileña de Fuente el Saz del Jarama. Desesperada tras haber efectuado varias llamadas a diferentes organismos sin obtener respuesta, solicitaba una rápida intervención, ya que llevaba cerca de una hora “custodiando” al joven ejemplar del año de águila imperial que se encontraba postrado en el suelo sin apenas moverse. De inmediato nos dirigimos al punto descrito por nuestra informante y, a pesar de las dificultades que encontramos para acceder al lugar por lo agreste del terreno, pudimos efectuar el traslado rápidamente a nuestras instalaciones para que el animal fuera atendido de urgencia por el personal de GREFA.

El examen veterinario confirmó que el animal sufría una fractura de pubis e isquion izquierdo, encontrando también una grave herida punzante en la misma zona. Además, presentaba una ligera pérdida de fuerza en la extremidad afectada y un significativo deterioro en el plumaje. Las lesiones y su disposición nos hacen sospechar que éstas derivan de una pelea, seguramente con otro ejemplar de la misma especie. Teniendo en cuenta que el águila imperial respondió positivamente al tratamiento, poniéndose de pie al día siguiente de ingresar, decidimos que lo mejor era esperar a la osificación de la fractura mediante reposo absoluto. Además, este tipo de lesiones suelen evolucionar favorablemente sin necesidad de cirugía y un excesivo manejo que provocaría mucho estrés en la joven rapaz. Tras varios días de curas, la herida también presenta una mejoría considerable.

Nos gustaría agradecer la gran ayuda prestada por la vecina de Fuente el Saz del Jarama, que en todo momento se mostró dispuesta a colaborar con el Equipo de Rescate de GREFA y siguió nuestras indicaciones hasta que pudimos presentarnos en el lugar de los hechos y rescatar al animal.

Personal del Equipo de Rescate de GREFA en el momento del ingreso a principios de agosto del águila imperial herida que fue hallada en Fuente el Saz (Madrid).Personal del Equipo de Rescate de GREFA en el momento del ingreso a principios de agosto del águila imperial herida que fue hallada en Fuente el Saz (Madrid).

Un nuevo episodio de electrocución

Lamentablemente, la más reciente águila imperial que ingresó en nuestro hospital de fauna no ha corrido la misma suerte a pesar de la colaboración de la persona que dio el aviso en este caso, del traslado de urgencia por parte de nuestro Equipo de Rescate y del ahínco con el que durante días trabajaron nuestros veterinarios para salvarla. Este animal, también un joven del año, ingresó en GREFA el pasado 24 de agosto en estado de shock, tras ser hallado junto a una línea de tensión por un vecino de la localidad de Valdaracete (Madrid) y posteriormente pudimos confirmar que las graves lesiones que sufría estaban provocadas por una electrocución. Tras cuatro días de intenso tratamiento en nuestro hospital de fauna, finalmente este ejemplar causó baja.

Revisión veterinaria del águila imperial herida que fue hallada en Fuente el Saz (Madrid).Revisión veterinaria del águila imperial herida que fue hallada en Fuente el Saz (Madrid).