Lo que hacemos por estas fechas es una revisión completa del animal, que incluye como mínimo un análisis hematológico completo, un proteinograma, una bioquímica completa y una radiografía. En función de los antecedentes del ejemplar y de cómo haya pasado la temporada de cría, puede complementarse esta revisión con otras pruebas como examen oftalmoscópico, ecografía o termografía.
El objetivo es asegurar el correcto estado sanitario y nutricional de nuestros ejemplares, así como detectar de forma precoz problemas que puedan o no derivarse del proceso reproductivo y, en caso de ser necesario, instaurar el tratamiento adecuado.
Como sabéis, el centro de cría en cautividad de GREFA trabaja con especies catalogadas como amenazadas a escala estatal o regional, como es el caso del águila de Bonelli, el buitre negro, el águila real, el cernícalo primilla y el galápago europeo. Un equipo de profesionales y voluntarios atiende estas instalaciones, situadas en el mismo recinto que nuestro Hospital de Fauna Salvaje. La dedicación constante de este equipo hace posible que cada año nazcan y crezcan centenares de animales, que luego serán destinados a su liberación en el medio natural para crear nuevas poblaciones silvestres (o reforzar las ya existentes) de las especies a las que pertenecen.