Lechuzas, cernícalos vulgares, cernícalos primilla, mochuelos, gorriones molineros y varias especies de murciélagos, anfibios y reptiles encontrarán nuevos espacios para la reproducción y refugio en forma de cajas nido de diferentes diseños, entre otras estructuras creadas. La mayoría de estos nidales han sido instalados sobre postes de madera, al igual que solemos hacer en nuestro proyecto de control biológico de plagas de topillo. De forma similar, se han instalado postes de gran altura para facilitar oteaderos a depredadores alados que ejerzan presión sobre las poblaciones de conejo, especie cuyo asentamiento en elevadas densidades podría constituir un problema para el mantenimiento del talud que circunda la balsa. Otro tipo de nidales han sido instalados sobre estructuras construidas en el entorno de la obra, como un observatorio de aves y una nave.

Para la adecuación ambiental de la lámina de agua se han construido tres islas flotantes de diferentes sustratos (grava, arcilla y vegetación acuática respectivamente), con el objetivo de facilitar lugares de descanso y cría a diferentes especies de aves acuáticas. Además, se ha facilitado la accesibilidad a la lámina de agua, la cual contaba con una barrera perimetral de seguridad cuyo diseño y características dificultaba enormemente el trasiego de anfibios, ofidios y pequeños mamíferos. Esto se ha realizado creando un muro de piedra seca escalonado y de inclinación suavizada a ambos lados de dicha barrera de hormigón, en diferentes puntos de todo su perímetro.

La construcción de todos estos elementos ha contado con la ayuda de voluntarios internacionales asistentes a los campos de trabajo celebrados por GREFA en colaboración con el Servicio Civil Internacional y el Ayuntamiento de Villalar de los Comuneros (Valladolid). A todos ellos agradecemos su implicación y esfuerzo para sacar adelante esta iniciativa por la conservación.

Así mismo, queremos agradecer una vez más al ITACyL el apoyo y la confianza depositada  para el desarrollo de este proyecto, en particular a dos ingenieros de dicha institución, Alfonso Millán y Javier Gregorio, por su especial implicación en la integración ambiental de la infraestructura creada. También aprovechamos para felicitar a Antonio Morays, Laura Simón y su equipo, miembros de la empresa constructora encargada de la ejecución de la obra, por la impecable instalación de todos los elementos creados para la adecuación ambiental del entorno.