El pasado 12 de junio una vecina de Madrid debió pensar que su gato era un extraterrestre o bien que ella se había expuesto más de la cuenta al implacable sol de verano y ahora sufría alucinaciones: salió a la terraza de casa dispuesta a limpiar el arenero de su mascota y cuando fue a recoger con la palita las deposiciones.... ¡horror, esa caca está viva y se mueve! Recuperada de la primera impresión, pudo comprobar que se trataba en realidad de un murciélago que había buscado refugio en aquella pequeña cueva con el suelo cubierto de tierra que debió parecerle de lo más acogedor.

Podemos entender el susto de la dueña del gato, que en cualquier caso, con la ayuda de su hijo Pablo, actúo perfectamente: esa noche trataron de facilitar que el intruso se marchase por sus propios medios depositándolo en un lugar apropiado, pero en vista de que al día siguiente seguía en el mismo sitio lo acercaron hasta nuestro hospital de fauna para que fuera revisado por los veterinarios de GREFA.

El búho bañista

Una sorpresa parecida debieron llevarse el pasado 17 de junio los propietarios de una piscina en Villarejo de Salvanés (Madrid) cuando al ir a darse el primer chapuzón del día descubrieron unos intensos y enormes ojos naranjas que les observaban desde la escalerilla de entrada al agua. Se trataba de un búho chico que, tal vez víctima de la intensa ola de calor, había decidido buscar refugio en aquel pequeño oasis. Tanto debió gustarle eso de tener las patitas en remojo que no había quien pudiera convencerle de que se marchara de allí, así que no quedó más remedio que llamar a la autoridad competente para que pusiera un poco de orden en el asunto.

Respondieron a la llamada de auxilio de esa familia los Agentes Forestales de la Comarca 7 de la Comunidad de Madrid, que organizaron primero la recogida del animal y posteriormente su traspaso a nuestro Equipo de Rescate. Una vez en la Enfermería de GREFA, al búho "bañista" no se le apreciaron otros síntomas que una cierta delgadez y una leve deshidratación, de lo cual ya se está ocupando nuestro personal y voluntarios.

Búho chico rescatado de una piscina particular de Villarejo de Salvanés (Madrid). Foto cedida por los Agentes Forestales de la Comarca 7 de la Comunidad de Madrid.Búho chico rescatado de una piscina particular de Villarejo de Salvanés (Madrid). Foto cedida por los Agentes Forestales de la Comarca 7 de la Comunidad de Madrid.

En la alcantarilla

Menos glamuroso fue el sitio del que el pasado de 20 de junio fue rescatado en Villanueva de la Cañada (Madrid) un pequeño jilguero volantón en el interior de una alcantarilla. De allí consiguieron sacarlo Eva y su hijo con bastante paciencia y esfuerzo, evitando así que el agua de la siguiente tormenta veraniega lo arrastrase al interior de las cloacas.

Este rescate nos recordó al que hace tres meses protagonizaron cinco cachorros de zorro en parecidas circunstancias, extraídos en aquella ocasión de una alcantarilla en Arroyomolinos (Madrid). Esa camada fue a parar en un primer momento a la protectora “El Campito - Salvando Peludos”, pero allí se dieron cuenta de que en realidad no eran crías de perro y decidieron trasladarlos a nuestro centro de recuperación de fauna silvestre, que es donde de verdad les correspondía estar.

Tres historias, tres rescates en circunstancias curiosas y un tanto sorprendentes, tres pequeñas muestras de las decenas y decenas de ingresos que en esta época recibimos a diario. Y sobre todo tres ejemplos de la gran variedad de colectivos a los que GREFA permite dar soporte y ayuda: ciudadanos que lo necesitan, asociaciones y organizaciones y también organismos oficiales (como Agentes Forestales y a menudo Guardia Civil, SEPRONA, policías locales, ayuntamientos, bomberos y otros.