Desde una jardinera de una vivienda de Sevilla la Nueva (Madrid), los jóvenes búhos reales se muestran desafiantes ante la atenta mirada de la madre desde un tejado contiguo.Desde una jardinera de una vivienda de Sevilla la Nueva (Madrid), los jóvenes búhos reales se muestran desafiantes ante la atenta mirada de la madre desde un tejado contiguo.Cada vez es más frecuente que humanos y fauna silvestre cohabiten en el mismo medio, tanto urbano como rural. Una clara muestra de ello es la jardinera situada en un bloque de viviendas de Sevilla la Nueva (Madrid), que año tras año ocupa la misma pareja de búho real con el fin de aumentar su descendencia. El pasado 19 de abril nuestro Equipo de Rescate recogía los tres pollos pertenecientes a dicha pareja para evitar que el estrés o el calor hicieran que abandonaran el nido prematuramente poniendo en riesgo su vida.

En condiciones similares se encontraba otra cría de búho real rescatado el día anterior de un árbol en una urbanización de Majadahonda (Madrid). El pollo se había precipitado al vacío desde su nido situado en una jardinera en el sexto piso. Por suerte, un árbol sirvió para amortiguar el golpe que desde esa altura podría haber causado graves lesiones en el animal.

Gracias a la colaboración de ambas comunidades de vecinos, tolerantes con estos peculiares visitantes, un año más los búhos reales han podido ser trasladados a nuestro centro, donde podrán crecer hasta el momento de su liberación.

El joven búho real de Majadahonda (Madrid) antes de ser bajado del árbol.El joven búho real de Majadahonda (Madrid) antes de ser bajado del árbol. David, del Equipo de Rescate de GREFA, baja al pequeño búho real del árbol.David, del Equipo de Rescate de GREFA, baja al pequeño búho real del árbol. Dos de los pollos de búho real, momentos después de ser rescatados.Dos de los pollos de búho real, momentos después de ser rescatados.