Pues bien, esta pareja cuyos nombres son Duquesa (nombre que la hembra recibió en el centro de recuperación de fauna en el que estuvo anteriormente) y Almanzor (bautizado por un compañero de GREFA Andalucía) se han establecido en su nuevo "territorio" y parecen empezar a sentirse cómodos. Sobra decir que una "mudanza" de este tipo y tratándose de una pareja reproductora es siempre un momento estresante para todos (aves y cuidadores), por lo que esperábamos ansiosos las primeras señales de tranquilidad y territorialismo en su nueva instalación.

Duquesa, hasta el momento la más dubitativa, permanece en la plataforma secundaria, acondicionándola por las tardes a la hora de dormir, moviendo tímidamente algunas ramas para hacer su cama un poco más cómoda. Esta ave tiene una lesión en el carpo que le impide volar y es por ella por quién la instalación fue especialmente acondicionada (numerosas rampas y plataformas le facilitan increíblemente la movilidad).

Almanzor, cuya única lesión es la falta de un ojo, ha sido el que más rápidamente se ha adaptado, y es que en esta especie los machos parecen copar mejor con los cambios y su instinto reproductor les empuja a adaptarse en poco tiempo a ellos. Además, ha comenzado a construir o "destruir" (como lo queramos llamar) el nido que tan amablemente le habíamos preparado. Ha entrado en el nido y no le ha gustado lo que ha visto: como cualquier hijo de vecino que se muda, su primera idea es una rehabilitación integral del hogar que le de un cambio radical y en ello ha pasado un buen rato.

Esperamos que este comportamiento de Duquesa y Almanzor sea el inicio de un gran futuro como reproductores en GREFA.