Entre las especies que hemos tenido que tratar por esta causa se encuentran águilas calzadas, azores, aguiluchos cenizos, milanos negros, busardos ratoneros o los ya mencionados halcones peregrinos, por citar sólo algunos y teniendo en cuenta además que lo que llega a GREFA representa sin duda una pequeña parte del grave problema que se esconde tras esta actividad ilícita.

En concreto durante la media veda de 2015 fueron dos los halcones peregrinos que recibimos: uno de ellos el protagonista de esta noticia, que afortunadamente y tras cuatro meses de intenso trabajo pudo ser recuperado, y otro que había ingresado tres días antes pero que corrió peor suerte puesto que murió a consecuencia de las múltiples heridas recibidas. Se daba además la circunstancia de que este último había nacido en un nido ubicado en el barrio madrileño de Aluche y formaba parte de una población urbana de halcones que es objeto de seguimiento científico por GREFA y SEO/BirdLife.

Por su parte el halcón que sí pudimos salvar requirió el “kit” completo de nuestros servicios: cirugía, enfermería, rehabilitación y fisioterapia. Fueron 120 días, un considerable gasto de dinero y los desvelos de muchas personas los que hicieron falta para reparar el daño causado por un único desaprensivo al que su destrozo solo le había costado unos pocos céntimos de plomo.

Al animal no le quedó más remedio que pasar un tercio del año 2015 en cautividad forzosa en nuestro centro, pero por suerte para él no iba a tener que comerse las uvas con nosotros sino que podría estrenar el nuevo año donde de verdad le correspondía estar.  El 29 de diciembre fue el día señalado para su liberación y eso le iba a otorgar el raro privilegio de ser el último de nuestros pacientes en decir adiós ese año a los cuidados de nuestro equipo de veterinarios y especialistas.

También podemos asegurar que es extraordinaria la persona que se eligió para llevar a cabo la suelta, puesto que fue nuestro compañero Enrique, lo mismo que lo era el motivo de su elección, ya que deja nuestro Departamento de Cría en Cautividad para aprovechar una nueva oportunidad laboral en la que seguro que tendrá tanto éxito y hará tantos amigos como los que deja en GREFA.

La liberación se hizo a sólo un kilómetro del lugar donde el halcón había aparecido tiroteado en el mes de septiembre. Pero casualmente será allí también donde trabajará Enrique a partir de ahora, así que el halcón tendrá cerca a su particular ángel de la guarda (en realidad tendrá varios, porque en el pueblo cercano vive también el ciudadano que lo rescató así como quienes colaboraron con él para que aquel animal herido llegase hasta nuestras manos). Por su parte nosotros gracias a la presencia de Enrique contaremos con un embajador de lujo en la zona que nos podrá mantener informados de la evolución y de las peripecias de esta ave.

No queremos terminar esta noticia sin desearle a Quique toda la suerte del mundo. Esperamos que pronto vuelvan a cruzarse nuestros caminos profesionales (los personales siempre correrán paralelos). Y en cuanto a nuestro halcón peregrino le dedicamos una frase muy repetida en estas fechas pero que para él cobra sin duda pleno significado: “¡¡Feliz salida y entrada de año!!”