Junto con el búho chico amadrinado por Ana y el mochuelo apadrinado por Paddy liberaremos 48 animales más: otro mochuelo, 2 aguiluchos laguneros, 2 busardos ratoneros, 4 cigüeñas blancas, 8 ánades reales, 8 erizos, 11 cernícalos vulgares, 12 galápagos leprosos. ¡Todo un festival de animales que recuperaban su libertad!

La caravana se había organizado de forma que Nacho con una parte de animales y acompañantes enfilara hacia el Este de la Comunidad de Madrid mientras David con el resto pondría rumbo al Oeste. Es un gran acontecimiento poder disfrutar de una liberación masiva como esta, que probablemente no se repetirá con un número tan grande hasta la temporada que viene (si exceptuamos, claro está, las liberaciones que hacen Isabel y sus chicos de Huérfanos cuando por fin pueden ir dando salida a los cientos de pollos y crías por los que se desvelan durante semanas).

Liberando cernícalos vulgares

Y una fiesta así GREFA quiso compartirla con sus voluntarios, a modo de agradecimiento por esos muchos otros días de trabajo desinteresado, un esfuerzo que contribuye precisamente a que ahora podamos admirar libres y sanos a esos cincuenta seres que un día vimos entrar en el centro heridos, enfermos o desamparados. Sin duda los pocos pero intensos minutos de las liberaciones compensan con creces las horas dedicadas durante el resto del año. Y no hará falta esperar al día siguiente para seguir demostrando nuestra voluntad y nuestro compromiso: nada más volver de las sueltas, aunque son las nueve de la noche, los voluntarios de Enfermería y de Huérfanos que participaron no se van a sus casas sino que retoman el trabajo donde lo habían dejado. ¡Hay mucho por hacer y todos queremos que a los pacientes que siguen ingresados les llegue también cuanto antes su oportunidad de retornar a la naturaleza!