La Grulla había sido recogida por el grupo Naumanni en la laguna del Porcal ( Parque Regional del Sureste – Madrid) con evidentes síntomas de agotamiento tras el largo viaje migratorio que éstas gigantescas zancudas realizan desde las lejanas tierras escandinavas. De hecho el resto del grupo continuó el viaje tras pasar la noche en ese sistema lagunar formado por antiguas graveras.

La liberación se produjo al anochecer cuando las grullas de la zona se reúnen en los dormideros a orillas del embalse del Rosarito, de manera que nuestra grulla, al abrir el transportín, acudió presta a la zona para reunirse con los centenares de grullas que festejaron el encuentro nocturno con sonoros “ grullidos”.

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