En efecto, el pasado 23 de noviembre acudimos al salón de plenos del Ayuntamiento de Majadahonda para un homenaje muy especial. Desde hace años, Antonio Robledo mantiene un centenar de ovejas y cabras en el Monte del Pilar, que contribuyen a la limpieza y desbroce de esta masa forestal de la manera más ecológica posible: regulando la maleza y los herbazales y reduciendo así el riesgo de incendios.

El Monte del Pilar es una masa forestal compuesta fundamentalmente por pinos y encinas que en tiempos pretéritos estaba unido al Monte del Pardo y los ahora bosques islas del Monte de Boadilla, las Dehesas de Majadahonda y las Rozas, el Monte de Batres y  el Monte Romanillos, zonas que tradicionalmente se gestionaban con el ganado transhumante de ovejas procedentes de las provincias de Ávila, Segovia y Valladolid. El acierto de haber mantenido el ganado ovino en el Monte del Pilar contrasta con otras prácticas que se perpetúan desde hace años en este valioso reducto natural, como la fumigación masiva con pesticidas en todo el área para combatir la procesionaria, algo que consideramos del todo innecesario.

Para terminar, una sugerencia: el merecido reconocimiento a Antonio debería ir acompañado con ayudas a su ganadería, que en años como este de tan prolongada sequía le serían de mucha ayuda.