El primero, un ejemplar adulto de milano real ingresó muy aturdido pero con buena condición corporal, lo que nos hizo sospechar  que la lesión era reciente. Un gran hematoma invadía toda el ala izquierda y encontramos algunos orificios pequeños en la piel. Se hizo una radiografía para ver el tipo de fractura (hallamos 2 fracturas en vez de una) y si era necesaria o viable la intervención quirúrgica, encontrándonos varios perdigones y numerosos fragmentos de metralla distribuidos por toda el ala y resto del cuerpo. Se aplicaron primeros auxilios y vendaje para inmovilizar la fractura que, afortunadamente, estaba alineada. Gracias a la fluidoterapia y cuidados intensivos el animal se estabilizó y a día de hoy se alimenta con normalidad y su comportamiento es el adecuado. Permanecerá con el vendaje puesto hasta la próxima semana, cuando haremos una radiografía de control para ver si hay formación de callo óseo, podemos retirar el vendaje y valorar el resultado tras este mes en la Enfermería. Se transferirá al departamento de Rehabilitación para empezar con fisioterapia y ver cuáles son las posibilidades reales de liberación de este ejemplar.

Radiografía general del milano real (Milvus milvus) 02 Detalle del ala fracturada por los disparos del milano real (Milvus milvus) Radiografía general del buitre negro (Aegypius monachus)

Por otro lado, y con mucha peor suerte, el domingo 11 de Noviembre ingresaba el ejemplar de buitre negro con signos de traumatismo, débil y deprimido, apenas se ponía en pie y tenía un ala descolgada. Se diagnosticó una fractura de radio y luxación de codo, pero su estado era tan grave que se decidió esperar 24 horas para realizar la radiografía, en la que encontramos más de 25 perdigones distribuidos por todo el lateral derecho del cuerpo y algunos dentro de la cavidad corporal y en la cabeza, confirmando además nuestros peores temores: había fractura también de húmero a nivel del codo, lo que  hacía que este ejemplar de buitre negro ya apuntara como irrecuperable para el resto de sus días. El desplazamiento de los fragmentos en la zona de la articulación del codo había provocado una inflamación gravísima en la zona y destrucción de los tejidos blandos (musculatura, cápsula articular, ligamentos) y empezaba a haber pérdida de sensibilidad y fallo vascular en la parte más distal del ala.

Decidimos intervenir quirúrgicamente el pasado miércoles viendo que la inflamación del codo iba cada vez a peor y que el animal estaba dejando de comer por el dolor y las molestias. Durante la cirugía pudimos comprobar que la vena cubital había sido dañada por los fragmentos de hueso y se había producido una acumulación severa de líquido, además de inicio de necrosis de algunos músculos y tendones.

La tremenda decisión que tuvimos que tomar fue la de amputar el ala a nivel del húmero distal (para conservar la mayor longitud de ala posible). Tras 4 largas horas de cirugía, el animal despertó y hoy está comiendo bien de nuevo aunque aún adaptándose a la pérdida de un ala casi completa. Su futuro será pasar a formar parte del núcleo reproductor de GREFA, sabiendo que nunca más podrá volver a volar y pasar el resto de su vida en las mejores condiciones posibles pero en cautividad.

Radiografía del ala fracturada buitre negro (Aegypius mmonachus) /home/jpd/Documentos/nov12/Noticia milano real y buitre negro disparados/05 detalle del codo fracturado y luzado del buitre negro (Aegypius monachus).JPG 06 radiografía de la cabeza del buitre negro (Aegypius monachus)

Como en otras ocasiones, desde GREFA no podemos más que denunciar estos casos, que todo el mundo sepa lo que ocurre con nuestra fauna gracias  unos desalmados que, además, tendrán la suerte de permanecer en el anonimato, a salvo y libres para siempre, todo lo que arrebataron a sus víctimas.