Soy consciente de que cuando te hacen la pregunta de rigor de “¿dónde vas este verano?” y contestas que a ningún sitio te expones como poco a que te miren como un bicho raro, pero a veces para pasar las mejores vacaciones y encontrarse a gusto con uno mismo no hace falta tampoco ir a buscar a miles de kilómetros de distancia. Es precisamente con esa intención que me ofrezco para ampliar durante mis semanas de vacaciones veraniegas la dedicación a mi voluntariado en GREFA.

Para leer la carta completa haz clic aquí