Los voluntarios posan junto a la nueva charca en Villanueva del Rebollar (Palencia).
Los voluntarios posan junto a la nueva charca en Villanueva del Rebollar (Palencia).

La Fuente del Canto es un pozo somero, de apenas un metro de profundidad, con una pequeña cúpula de ladrillo. Pero debido a su estructura resulta del todo inaccesible como recurso hídrico. La fuente está situada junto a un arroyo temporal, el Valdenovillos, a cuyo paso se abre un pequeño valle muy transitado por todo tipo de fauna, lo que lo convierte en un lugar muy interesante para este tipo de acciones.

Como ocurre en muchos municipios de Tierra de Campos, Villanueva del Rebollar carece de río, por lo que la presencia de agua en el campo es puntual y de carácter marcadamente estacional. Sin embargo, la existencia de la Fuente del Canto nos habla de un nivel freático elevado que hemos querido aprovechar. Con la ayuda de una retroexcavadora de la mancomunidad, hemos creado una pequeña oquedad en el terreno con la esperanza de que la humedad propia de estas fechas y la filtración del suelo hicieran su trabajo.

Charla previa y organización de los voluntarios en el paraje de la Fuente del Canto.Charla previa y organización de los voluntarios en el paraje de la Fuente del Canto.

Apenas dos días después, la nueva charca se había llenado exitosamente de agua. Los voluntarios se han encargado de suavizar las pendientes de la charca con azadas y de forrar el fondo con grandes piedras previamente transportadas desde la comarca de El Cerrato palentino, ya que en Tierra de Campos son muy difíciles de encontrar.

En el enclave de la fuente había hasta hace pocos años varias decenas de chopos, que fueron talados debido a su debilitamiento por enfermedades. De modo que, dentro de las acciones programadas, hemos realizado una pequeña plantación de cincuenta árboles y arbustos autóctonos atendiendo a la serie geobotánica de la zona. Las especies elegidas han sido el quejigo, el majuelo, el escaramujo y el endrino, todas ellas plantas que esperamos, en un futuro, proporcionen alimento y cobijo a la fauna circundante.

Voluntarios repartidos en sus tareas durante la jornada de trabajo en Villanueva del Rebollar.Voluntarios repartidos en sus tareas durante la jornada de trabajo en Villanueva del Rebollar.

Colocación previa de nidales

En una fase previa del voluntariado que se realizó en octubre, bajo la lluvia que obligó a aplazar el resto de actividades, colocamos dos cajas nido para rapaces junto a unos pinos de repoblación. Una de ellas era de mochuelo y la otra de lechuza, ya que también es una zona afectada por el topillo campesino y estas aves están muy especializadas en la captura de roedores.

Por último, y no menos importante, en una de las visitas previas a la zona se comprobó que había restos de algunos animales en el fondo de la fuente, uno de ellos probablemente un conejo o liebre, que tristemente habían caído dentro de la misma y no habían sido capaces de salir. Su estructura de ladrillo y disposición la convierten sin querer en una trampa para la fauna que se acerque a intentar beber o refugiarse, incluso para los anfibios en busca de agua en estas tierras de labor. Por ello, hemos diseñado expresamente una rampa salvavidas construida por una afanosa voluntaria, que a partir de ahora dará una oportunidad de salir a cualquier animal que caiga dentro.

Dispositivo antiahogamientos de fauna colocado por los voluntarios en la Fuente del Canto.Dispositivo antiahogamientos de fauna colocado por los voluntarios en la Fuente del Canto.

A modo de agradecimiento

Queremos agradecer a la Fundación Caja de Burgos - Obra Social "la Caixa" por ser impulsor y apoyo de este tipo de actividades; al ayuntamiento de Villanueva del Rebollar por confiar en nosotros y brindarnos la oportunidad de desarrollar esta propuesta; a los vecinos del pueblo que nos prestaron algunas herramientas y especialmente a los voluntarios que han venido desde Palencia, Burgos y Madrid a hacer realidad este proyecto con su tiempo y su trabajo.

Una pequeña acción por sí sola no va a cambiar el mundo. Pero que haya personas capaces de vencer la pereza y regalar ese esfuerzo para fomentar la biodiversidad, con la voluntad de realizar y creer en esas pequeñas acciones, eso sí que poco a poco irá marcando la diferencia. ¡Gracias!

Montaje de un nidal para lechuza por parte de los voluntarios en una visita previa a Villanueva del Rebollar.Montaje de un nidal para lechuza por parte de los voluntarios en una visita previa a Villanueva del Rebollar.