No podíamos traeros mejores noticias después de más de cuatro meses de cuidados y tratamientos en la enfermería del Hospital de Fauna Salvaje de GREFA a unos pacientes tan singulares. Estos cinco galápagos leprosos llegaron a GREFA en diferentes circunstancias durante los meses del pasado invierno. Principalmente presentaba úlceras en el caparazón y el plastrón, retención de muda, hipovitaminosis A o heridas producidas por otros animales.

Por estas razones no pudieron prepararse para la hibernación que es habitual en estos reptiles y permanecieron con nosotros hasta estar totalmente recuperados. La mayoría de ellos han estado en las instalaciones de GREFA todo el invierno y parte de la primavera. Durante este tiempo recibieron los cuidados necesarios: tratamiento antibiótico, curas de las heridas o administración de vitamina A, entre otros, además de alimentarlos según la dieta que siguen en la naturaleza.

Así que, después de tanto tiempo, teníamos unas ganas increíbles de verles nadar libres. Esperamos a que asomaran los primeros rayos de sol de esta lluviosa primavera y subiera lo suficiente la temperatura para poder llevarlos a la charca de rehabilitación para galápagos leprosos de nuestro hospital de fauna, donde los cinco reptiles fueron liberados por otros tantos voluntarios del Departamento de Enfermería.

Todos los animales fueron directos al agua sin parar a despedirse, seguro que lo estaban deseando y no nos echarán de menos, aunque nosotros siempre nos acordaremos de ellos. Allí convivirán con otros animales de su especie, en un hábitat similar al que encontrarán cuando sean definitivamente liberados en la naturaleza. Esperamos que sean muy felices y disfruten nuevamente de la libertad, ahora que vuelven a estar sanos y fuertes.

Los galápagos leprosos nadan en la charca de rehabilitación de GREFA una vez trasladados a este lugar.Los galápagos leprosos nadan en la charca de rehabilitación de GREFA una vez trasladados a este lugar. La cabeza de uno de los galápagos leprosos emerge tímidamente del agua.La cabeza de uno de los galápagos leprosos emerge tímidamente del agua.