Todo comenzó el día anterior cuando el Equipo de Rescate de GREFA recibía la llamada de un agente de la Policía Local de Brunete (Madrid) informando del hallazgo del cadáver de una pequeña rapaz que acababa de chocar contra un muro. Tras recomendarle que llevase el animal a nuestro centro con el fin de practicarle una necropsia y así averiguar algún dato más sobre la vida del ave y las causas de su muerte, vimos que se trataba de una hembra de gavilán. Pero lo realmente sorprendente era que tenía amputada su pata derecha.
Tras la necropsia, el Equipo Veterinario de GREFA constató que la causa de la muerte había sido politraumatismo, pues el cadáver presentaba hemorragia en el cráneo y múltiples hematomas y derrames internos. Además vieron muy factible la posibilidad de que la amputación sufrida tuviera origen quirúrgico, pues era demasiado limpia y estaba perfectamente alineada a la altura de la cabeza del fémur. Todo apuntaba a un animal cautivo sometido a graves errores en su manejo en el pasado e incluso que fuese víctima del delito de la tenencia ilegal de fauna protegida, ya que difícilmente podría haber sobrevivido en estado salvaje con una sola pata.
Seguramente nunca podremos saber con certeza lo verdaderamente ocurrido en la vida de esta hembra de gavilán, que ni siquiera estaba anillada, lo que podría habernos aportado información sobre su biografía. Pero sirva este caso para insistir en la importancia del anillamiento científico de las aves y, sobre todo, convencernos de que los animales silvestres deben permanecer libres en su hábitat natural. Si por causalidad nos encontramos con algún ejemplar herido o incluso muerto, lo mejor es que lo llevemos a un centro de recuperación de fauna salvaje y lo dejemos en manos de profesionales cualificados.
Por nuestra parte, desde GREFA siempre estaremos dispuestos a asesorar a todo aquel que lo solicite en cuanto a procedimientos a seguir si de fauna salvaje autóctona se trata.
Detalle del gavilán en el que se observa de cerca la amputación de la pata derecha.
