Estos dos pollos de águila de Bonelli han sido los primeros en nacer en 2014 en el centro de recuperación de fauna silvestre de GREFA.
Estos dos pollos de águila de Bonelli han sido los primeros en nacer en 2014 en el centro de recuperación de fauna silvestre de GREFA.

El 18 de marzo tuvo lugar uno de los rituales anuales más esperados en el centro de recuperación de fauna salvaje de GREFA: la devolución a sus progenitores de los primeros pollos que cada año nacen en estas instalaciones, gracias a un programa de cría en cautividad del águila de Bonelli iniciado a finales de los años noventa.

Si los pollos son devueltos a sus padres, es que en algún momento se les alejó de ellos. En efecto, eso ocurrió a principios del pasado febrero, pero cuando aún ni siquiera habían eclosionado los pollos: los dos huevos de la puesta correspondiente, que por esas fechas incubaba una de la parejas reproductoras existentes en el centro de GREFA, fueron trasladados a una incubadora para proseguir su crianza de manera artificial. ¿Por qué se adopta esta medida? Muy fácil. Al ser el águila de Bonelli una de las de rapaces que más temprano ponen huevos en nuestras latitudes, la pareja reproductora tendría tiempo de sobra para hacer una segunda puesta a las pocas semanas de serle retirada la primera puesta, tal y como de hecho ha ocurrido.

Aproximadamente a los diez días de salir del huevo en la incubadora, los pollos de la primera puesta vuelven con sus padres para seguir siendo criados por ellos, a la vez que la segunda puesta es retirada y depositada en la incubadora. Ni que decir tiene que en estos días, el estrés de Pablo Izquierdo, el biólogo responsable de los proyectos de cría en cautividad de GREFA, sube al máximo, casi como si él mismo fuera el padre de las criaturas. De alguna manera así debe sentirse, pues son unas fechas en las que no se despega del ordenador que trasmite las imágenes del sistema de monitorización por cámaras automáticas que permite saber qué pasa en todo momento en los recintos donde crían las aves, sin necesidad de molestarlas.

Muy pocos centros dedicados a la cría en cautividad de especies amenazadas han conseguido reproducir con éxito al águila de Bonelli. También conocida como águila perdicera, esta especie representa a la perfección ese aire de naturaleza indómita y discreta tan característico de las serranías ibéricas en las que vive. Tan así es que lograr que críe en condiciones de cautividad es todo un reto. En España, sólo GREFA lo hace hoy en día de manera continuada, con una finalidad además de gran peso conservacionista: los pollos que nacen cada año son destinados a proyectos de reintroducción o reforzamiento de las poblaciones silvestres de esta especie, incluida con la categoría de “Vulnerable” en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

Esos dos primeros pollos nacidos esta temporada en el centro de GREFA con los que iniciábamos el relato serán enviados esta misma primavera a la isla de Mallorca, una de las zonas de reintroducción de LIFE BONELLI, el proyecto iniciado el año pasado con el apoyo de la Unión Europea, que por primera vez aborda de forma global la recuperación de la población española de esta rapaz, una de las más amenazadas de Europa, en territorios que históricamente ocupó.

Esta pareja reproductora de águila de Bonelli ha sido la primera en criar con éxito esta temporada en el centro de GREFA.Esta pareja reproductora de águila de Bonelli ha sido la primera en criar con éxito esta temporada en el centro de GREFA.

Dodiel ya vuela sobre Mallorca

La acción principal es la liberación de ejemplares, ya iniciada de manera experimental no sólo en Mallorca, también en la Comunidad de Madrid y en Navarra. Pero la isla balear, donde el águila de Bonelli lleva décadas extinguida, es el área donde ahora mismo se concentran las mayores expectativas de que empiecen a criar en su hábitat natural algunos de los ejemplares que ya han sido reintroducidos bajo la cobertura de LIFE BONELLI. Uno de ellos es Dodiel, el águila de Bonelli que, procedente del centro de recuperación de fauna silvestre de GREFA, fue liberada a principios de 2014 en la isla balear, donde esta especie había llegado a desaparecer.

Con Dodiel son nueve los ejemplares de esta especie reintroducidos en territorio mallorquín que han conseguido sobrevivir en el medio natural e incluso dos han formado ya una pareja. Dodiel, encontrada  con múltiples lesiones en Huelva, ingresó en el centro de recuperación de fauna silvestre de la Junta de Andalucía que da servicio en esta provincia. Al comprobarse que tras meses de rehabilitación era apta para su devolución al medio natural, la Consejería de Medio Ambiente de Andalucía decidió cederla a LIFE BONELLI. El ave pasó la última fase de su proceso de recuperación en GREFA y el pasado 9 de enero aterrizaba en Mallorca para su liberación al día siguiente en la sierra de Tramuntana. Esperemos que Dodiel encuentre pronto alguna de las hembras reintroducidas que hay por la isla, por ejemplo Cullera o Blaia, que haya “feeling” y tengamos otra nueva pareja formada..

LA COLABORACIÓN ES LA CLAVE: En el proyecto LIFE BONELLI colaboran como socios la Junta de Andalucía, la Comunidad de Madrid, la Diputación Foral de Álava, así como la empresa Gestión Ambiental de Navarra (GAN), el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona (GREFA), el Consorcio para la Recuperación de la Fauna de las Islas Baleares (COFIB) y la ONG francesa Ligue pour la Protection des Oiseaux (LPO). Más información, en www.lifebonelli.org  

LIFE12 NAT/ES/000701

LifeBonelli life Natura2000

Con el apoyo  de la Fundación Biodiversidad

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