Por fin y tras años de ignorar la situación real de éstas aves tan ligadas a los medios cerealistas el trabajo realizado se ha plasmado en un informe que relata cómo las poblaciones de aguiluchos cenizos y pálidos han descendido hasta alcanzar una situación crítica que exige sí o sí medidas urgentes de manejo y gestión del hábitat de éstas singulares rapaces.

Ante la pasividad del Área de flora y fauna de la Consejería de Medio Ambiente, durante éstos años hemos repetido hasta la saciedad y advertido del estado de las poblaciones de los aguiluchos madrileños.

Esperamos que este año los responsables de la gestión de la fauna madrileña se lean el informe del trabajo que han sufragado y hacen caso de las recomendaciones que hemos elaborado (que son las mismas que les hemos enviado los últimos diez  años ) para intentar elaborar una estrategia de conservación de las dos especies madrileñas de aguiluchos.

Quizás seamos unos ilusos al pensar que serán capaces de elaborar cualquier tipo de estrategia, pero que no sea por nosotros que hemos puesto encima de la mesa algunas de las conclusiones y recomendaciones básicas para conservación de los aguiluchos:

Dada la alarmante situación en la que se encuentran el aguilucho cenizo y el aguilucho pálido en la Comunidad de Madrid a tenor de los últimos censos, la Consejería debería plantear la necesidad de revisar el estatus en el que ambas especies están en el Catálogo de Especies Amenazadas de la Comunidad de Madrid hacia un marco de protección mayor. En la actualidad el aguilucho pálido está catalogado como ¨ De Interés especial¨ y el cenizo como ¨Vulnerable¨.

Durante la temporada 2016, la población en el sur de la Comunidad de Madrid por primera vez y en una serie de más de diez años ha descendido de forma alarmante: el aguilucho cenizo ha alcanzado las 11 parejas reproductoras, cifra considerablemente menor a la obtenida en la temporada pasada (n=26).

La población reproductora de estas especies en la ZEPA “Estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares” continúa en regresión, siendo este último censo de 9 parejas de aguilucho cenizo y 5 de pálido, mientras que en el último censo realizado en esta zona se contabilizaron 34 y 7 respectivamente.

Ha sido puesto de manifiesto desde hace años que en la Comunidad de Madrid el efecto de la cosecha mecanizada del cereal provoca la mortalidad de los pollos de aguilucho cenizo y pálido. Dependiendo de la fenología de cosecha la mortalidad es mayor o menor.

Ante esta situación se han venido desarrollando en este país algunas campañas de protección de los aguiluchos, muchas de ellas de continuidad limitada y sin responder a un Plan de Manejo de las especies, por lo que urge acometer campañas a medio y largo plazo que consoliden todos los esfuerzos por la conservación de estas singulares rapaces tan ligadas al medio agrícola.

Constatada la necesidad de un manejo de estas especies que incluye censos, seguimiento de la reproducción, vigilancia en el periodo de la cosecha mecanizada y manejo de huevos y pollos y relación permanente con agricultores y cosecheros, en la Comunidad de Madrid GREFA y Consultores de Biología en la Conservación han desarrollado en la última década todos los esfuerzos para la conservación de los aguiluchos. Aun así, requiere una estrategia a medio plazo que garanticen la viabilidad de los trabajos que se realizan de censo, seguimiento y manejo de los aguiluchos.

Ante la ausencia de un Plan de Manejo, en legislaturas anteriores la Consejería de Medio Ambiente apoyaba económicamente el trabajo de estas organizaciones conservacionistas y otras entidades y colectivos para desarrollar las campañas de conservación de los aguiluchos en la ZEPA ¨Estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares¨ y en el sur de la Comunidad de Madrid.

Es importante como ha sucedido este año la Administración madrileña canalice recursos económicos para realizar la campaña de conservación de los aguiluchos. Consideramos, dado la situación actual de  los aguiluchos que es importante aumentar la cuantía económica de la campaña dado el esfuerzo que hay que realizar y la necesidad de movilizar una gran cantidad de personal para la localización de los nidos.

La realidad actual es que la población de la ZEPA en la última década y tras años sin un manejo total de la población de aguiluchos, se ha reducido más del 70 % en el número de parejas reproductoras de aguilucho cenizo y cercano al 90 % en el caso del pálido*. Frente a esta situación está la población de la Comarca de la Campiña (Guadalajara) contigua a la de la ZEPA. En este espacio la Comunidad de Castilla la Mancha lleva a cabo desde hace cuatro años el seguimiento y manejo de estas especies, el resultado es el mantenimiento y aumento de las parejas reproductoras. Igual sucede en el sur de la Comunidad de Madrid, en Pinto se viene realizando tareas similares en los últimos años y como consecuencia directa está el establecimiento de una población estable en el tiempo

* El número de parejas reproductoras de ambas especies en el año 2001 ascendía a 113 (88 de aguilucho cenizo y 25 de aguilucho pálido), viéndose reducida a 75 (54 de aguilucho cenizo y 21 de aguilucho pálido) cuatro años más tarde (Datos: DECRETO 172/2011, DE 3 DE NOVIEMBRE, DEL CONSEJO DE GOBIERNO, POR EL QUE SE DECLARA ZONA ESPECIAL DE CONSERVACIÓN EL LUGAR DE IMPORTANCIA COMUNITARIA"CUENCAS DE LOS RÍOS JARAMA Y HENARES" Y SE APRUEBA EL PLAN DE GESTIÓN DE LOS ESPACIOS PROTEGIDOS RED NATURA 2000 DE LA ZONA DE ESPECIAL PROTECCIÓN PARA LAS AVES DENOMINADA "ESTEPAS CEREALISTAS DE LOS RÍOS JARAMA Y HENARES" Y DE LA ZONA ESPECIAL DE CONSERVACIÓN DENOMINADA "CUENCAS DE LOS RÍOS JARAMA Y HENARES".  

Por otra parte, el Plan de Gestión de la ZEPA formalmente aprobado (Decreto 172/2011), en el apartado relativo a Conservación y mejora de las poblaciones de fauna y de las especies de interés comunitario plantea como objetivo 2: “Garantizar la conservación y promover la mejora en caso necesario, de las poblaciones de las especies incluidas en las Directivas 79/409/CEE y 92/43/CEE presentes en el Espacio Protegido Red Natura 2000. Para ello se establecen las siguientes medidas y directrices:

 - En torno a las áreas de cría de las especies sensibles o amenazadas, y en función de las circunstancias particulares que concurran, se podrán fijar anualmente perímetros de protección temporal con el fin de regular las actividades que se consideren perjudiciales para la reproducción de dichas especies.

- Se determinarán los objetivos de conservación de la fauna y de sus hábitats, siendo necesario para ello el establecimiento del estado de conservación favorable de las poblaciones de fauna que dieron lugar a la declaración del Espacio Red Natura.

El Decreto 172/2011 establece para el A. cenizo: 50/80 parejas y para el caso     del A. pálido 20-25 parejas. Estos valores deben ser considerados como el tamaño poblacional de las especies indicadoras de un estado de conservación favorable del Espacio y que, por ello, servirán de referencia para establecer los objetivos de conservación de la fauna y de sus hábitats en el Espacio Protegido.

La P.A.C con las ayudas agroambientales creadas en 1992 y sus modificaciones reiteradas, son herramientas importantes  para hacer frente a la  situación de declive a la que se enfrentan las aves esteparias y otras especies como el cernícalo primilla tan  ligadas a los hábitats cerealistas , para la que España es uno de los mayores refugios de Europa.

Según el informe Ganga realizado por la S.E.O, actualmente la Comunidad de Madrid no se ha acogido a las ayudas que proporciona la P.A.C para favorecer las especies esteparias. Es necesario que la Comunidad de Madrid desarrolle un programa de medidas agroambientales para la conservación de los hábitats esteparios en colaboración con el sector agrario madrileño. Lamentablemente el Plan de Desarrollo Rural no se ha puesto en marcha para articular los mecanismos de ayudas para la gestión de especies ligadas a los medios cerealistas.

La singularidad de estas especies tan estrechamente ligadas al medio agrícola de secano permite una relación directa con agricultores, cosecheros y pastores cuya implicación es determinante para la conservación de los aguiluchos. Es por tanto fundamental el desarrollo de campañas activas de sensibilización en todas las zonas aguilucheras madrileñas como las que GREFA ha realizado en los últimos años en la zona sur de Madrid con charlas, edición de materiales divulgativos- camisetas, trípticos, gorras, pegatinas, etc.- y medidas agroambientales.

Así pues, bajo nuestro punto de vista y por todas las razones expuestas, parece totalmente prioritario promover desde la administración competente la puesta en marcha el programa de seguimiento y manejo de estas especies en la ZEPA Estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares, además de en otros puntos de la Comunidad donde aún hoy se mantienen poblaciones viables de estas especies (Comarca de la Sagra madrileña – Parque Regional del Sureste).

Jovén aguilucho cenizoJovén aguilucho cenizo