Con este fin nos desplazamos hasta Palazuelos de Eresma (Segovia), acompañados de GIU, ACMET (Asociación para la Conservación del Mastín Español), Colectivo Azálvaro, Fundación Oso Pardo y WWF España, así como representantes políticos, expertos en grandes carnívoros como Juan Carlos Blanco, ganaderos, IN_PLANTA Consultores (especialistas en marcas), docentes investigadores y profesionales de la lana.

Uno de los objetivos de nuestro Proyecto Monachus, que desarrollamos en la Sierra de la Demanda (Burgos) y Pirineos (Lleida) para lograr la recuperación de poblaciones extintas de buitre negro, es establecer sinergias con otras entidades que permitan sumar efectividad y diversificar el ámbito de las acciones que implementamos en el territorio. Conscientes del peso que supone el sector ganadero como pilar clave para la conservación del medio ambiente, una de las líneas más importantes que acometemos actualmente en la fase burgalesa del proyecto es el trazado de acuerdos con ganaderos locales y el fomento de la participación directa de este sector.

La iniciativa de GIU nos invita a trabajar de forma conjunta y cooperativa hacia una proyección más amplia de la colaboración del sector ganadero en la conservación de especies como el oso, el lobo o las aves carroñeras, a través de una marca diferenciadora que identifique a aquellas explotaciones de ganadería extensiva cuya actividad y modus operandi se desenvuelva en equilibrio con la pervivencia de estas especies y del medio que habitan. Lo cual se traduce en una garantía de calidad y compromiso por la sostenibilidad ambiental.

Agradecemos a GIU su predisposición de involucrar a GREFA en este proyecto.