Zona derecha de la cara del águila culebrera con la marca de la electrocución.Zona derecha de la cara del águila culebrera con la marca de la electrocución.El pasado 18 de agosto el Equipo de Rescate de GREFA recibió una llamada procedente de la policía local de Villanueva del Pardillo (Madrid). El aviso en esta ocasión era por una rapaz de gran tamaño encontrada malherida bajo un árbol en el casco urbano. El animal fue identificado como un águila culebrera. Transportada con urgencia a nuestro Hospital de Fauna Salvaje, desde su ingreso trabajamos para salvar y rehabilitar a una más de las muchas víctimas que se cobra uno de los grandes azotes para las aves: las electrocuciones.

Una vez que ingresó en nuestro hospital de fauna, el águila culebrara fue depositada en una unidad de cuidados intensivos para proporcionarle oxigenoterapia y calor con el fin de estabilizarla antes del reconocimiento veterinario. Durante la exploración veterinaria, se observó que el animal presentaba hipotermia y deshidratación severa además de estar bastante delgado.

Aunque la ausencia de signos evidentes tanto en la exploración como en la radiografía despistó un poco en el diagnóstico de este animal, se observó que durante el reposo la rapaz descolgaba una de sus alas a pesar de no presentar ninguna fractura. Esto, unido a una herida en la ceja contraria al ala lesionada, hizo pensar en una posibilidad que pudo confirmarse gracias al uso de la cámara termográfica: el animal se había electrocutado.

Las electrocuciones en fauna salvaje, y en especial en aves de gran envergadura, son uno de los accidentes que mayor mortalidad provocan. Es frecuente que el problema se produzca cuando las aves usan los apoyos de los tendidos eléctricos para posarse y tocan con una de sus alas alguno de los cables u otras estructuras metálicas, pasando de esta manera la corriente por su cuerpo. En otras ocasiones, como en este caso, son otras partes del cuerpo del animal las afectadas: una herida en la ceja y el pico del animal se delató como una quemadura producida por la corriente eléctrica.

Otra imagen, esta vez de frente, del aspecto del águila culebrera afectada por la electrocución.Otra imagen, esta vez de frente, del aspecto del águila culebrera afectada por la electrocución.

El águila culebrera, con pronóstico reservado, se encuentra en estos momentos siendo atendida por los veterinarios y voluntarios del Hospital de Fauna Salvaje de GREFA. Gracias a las empresas K-láser y Avanvet este paciente está disfrutando de los beneficios que el tratamiento con láser terapeútico pueden aportar a las lesiones producidas por la electrocución.

Aunque por desgracia pocos animales sobreviven a este tipo de accidentes, nuestro trabajo es luchar por todos los casos en los que las víctimas de electrocuciones tengan alguna posibilidad de ser devueltos a la libertad.

YA FUE NOTICIA
Termografía y láser: herramientas a disposición del hospital de fauna de GREFA gracias a la colaboración de empresas y particulares
https://www.grefa.org/8-departamentos/hospital-de-grefa/3625-termografia-y-laser-dos-herramientas-a-disposicion-del-hospital-de-fauna-de-grefa-gracias-a-la-colaboracion-de-empresas-y-particulares

Muerte masiva de buitres leonados en tendidos eléctricos cercanos a la zona de Burgos donde liberamos buitres negros
https://www.grefa.org/component/content/article/116-proyectos/vulturnet/buitre-negro/proyecto-monachus/noticias/3626-muerte-masiva-de-buitres-leonados-en-tendidos-electricos-cercanos-a-la-zona-de-burgos-donde-liberamos-buitres-negros

Foto termográfica de la cabeza del águila culebrera que nos permitió confirmar el diagnóstico de electrocución. La mancha azulada del interior del recuadro se corresponde con una zona más fría. En las electrocuciones, al quedar dañados los tejidos y la vascularización, disminuye la temperatura de la zona afectada.Foto termográfica de la cabeza del águila culebrera que nos permitió confirmar el diagnóstico de electrocución. La mancha azulada del interior del recuadro se corresponde con una zona más fría. En las electrocuciones, al quedar dañados los tejidos y la vascularización, disminuye la temperatura de la zona afectada.