La hembra de buitre negro "Bera", fotografiada instantes antes de caer al agua en el embalse de Mansilla (La Rioja). Foto: Juan José Molina.La hembra de buitre negro "Bera", fotografiada instantes antes de caer al agua en el embalse de Mansilla (La Rioja). Foto: Juan José Molina.

Disparada siendo un volantón, rehabilitada en un centro de recuperación de fauna de Salamanca, cedida a GREFA con pocas opciones de ser liberada, cinco años en cautividad, nueve meses en la jaula de aclimatación de Huerta de Arriba (Burgos), liberada en la Sierra de la Demanda, casi se ahoga en un pantano y siempre en lucha por adaptarse pese a la deficiencia en el crecimiento de sus plumas primarias. Esta es "Bera" y os vamos a contar la increíble historia de esta hembra de buitre negro.

En 2013 "Bera", antes conocida como “Alagona”, ingresó en el Centro de Recuperación de Animales Salvajes (CRAS) de "Las Dunas", en Cabrerizos (Salamanca) a causa de un disparo cuando apenas acababa de iniciar sus primeros vuelos. Una vez estabilizada, esta hembra de buitre negro fue cedida al Hospital de Fauna Salvaje de GREFA para que valoráramos la posibilidad de liberarla. "Bera" presentaba una buena condición corporal, pero el crecimiento de sus primarias era muy deficiente o incluso inexistente. Lejos de mejorar, la afección se agravaba más con el paso del tiempo, llegando a perder casi todas las primarias de su ala derecha y varias de la izquierda.

En GREFA "Bera" permaneció durante cuatro años hasta que finalmente nos decidimos a darle una oportunidad, ya que el animal sería radiomarcado y, en caso de que tuviera problemas, podríamos intervenir con rapidez. El 9 de enero de 2018 "Bera" fue trasladada a la jaula de aclimatación del Proyecto Monachus en la zona de liberación de buitres negros de Huerta de Arriba (Burgos). El 31 de agosto de 2018 fue equipada con emisor GPS/GSM y los niños de Huerta de Arriba la llamaron “Bera”.

El pasado 7 de octubre "Bera" recobró, por fin, su ansiada libertad. Durante su periodo de aclimatación se emparejó estrechamente con otro buitre negro, "Bernabé", liberado al igual que "Bera" en el otoño de 2018 en el marco del Proyecto Monachus en la Sierra de la Demanda. Todo apuntaba a que ambos permanecerían juntos, pero las cosas no fueron del todo bien para "Bera" tras su liberación.

Estampa de "Bera" en vuelo, donde se aprecia que le faltan varias plumas primarias. Foto: Juan José Molina.Estampa de "Bera" en vuelo, donde se aprecia que le faltan varias plumas primarias. Foto: Juan José Molina.

Diferente a todos los demás

En su vida en libertad, esta hembra mostraba claramente las dificultades de vuelo como consecuencia de la ausencia de primarias: el número de batidas para ganar altura era mayor que para el resto de los buitres negros liberados, con el consecuente gasto de energía, y no mostraba total estabilidad en el aire. De hecho, el mismo día que abandonó la jaula de aclimatación voló hasta una zona de espeso bosque donde quedó “atrapada” durante 17 días. A partir del octavo día el equipo que seguía a este ejemplar trató de acercarse en múltiples ocasiones para aportar comida a "Bera", sin éxito. Todo apuntaba a que tendríamos que realizar un rescate.

Pero sorprendentemente "Bera" no solo logró salir del bosque sino que además fue directa al aporte del PAE (punto de alimentación) que hemos instalado frente a la jaula de aclimatación desde donde había sido liberada. Allí "Bera" se reencontró con "Bernabé", que la reconoció y corrió literalmente a saludarla y hacerle carantoñas. Sin embargo, el comportamiento de "Bera" fue diferente al de todos los demás en el PAE. Lejos de aprovechar los aportes diarios de alimento que realizábamos para los buitres negros liberados, "Bera" se apartó del grupo y sobrevivió durante meses alimentándose únicamente de restos en el campo, más difíciles de detectar, impredecibles y con mayor competencia por obtenerlos por parte del resto de la fauna con hábitos carroñeros.

Esto nos tenía realmente sorprendidos, ya que era de esperar que utilizara los recursos más fáciles de conseguir. Pero "Bera" fue capaz de sobrevivir con total independencia. Aunque se encuentra en el entorno de liberación, es uno de los ejemplares que menos acude a los aportes y pese a que logra desplazarse sin aparentes dificultades, ya nos ha dado algún que otro susto significativo.

Primer plano de "Bera", fotografiada en libertad en el punto de alimentación (PAE) de Huerta de Arriba (Burgos).Primer plano de "Bera", fotografiada en libertad en el punto de alimentación (PAE) de Huerta de Arriba (Burgos).

Un mal vuelo con final feliz

El pasado 10 de mayo, Juan José Molina, Agente Forestal del Gobierno de la Rioja, nos daba un aviso urgente: acababa de ver a "Bera" caer al embalse de Mansilla. El agente vio como una oveja espantaba a "Bera" en una de las orillas del pantano, el buitre negro salió volando desde esa orilla a baja altura y, debido a las dificultades de vuelo, no consiguió alcanzar la orilla opuesta y cayó al agua. Juan José y su equipo se desplazaron hasta esa orilla, pero no lograban encontrarla.

No sabíamos si "Bera" se había ahogado o si había logrado alcanzar la orilla nadando. Cuando al rato recibimos los datos GPS de su emisor nos quedamos sorprendidos: "Bera" había nadado hasta alcanzar la orilla, había andado hasta una zona elevada y de allí, en un vuelo corto, había logrado alcanzar un lugar alto y soleado para secar su plumaje. A día de hoy "Bera" sigue con su comportamiento independiente, salvaje y luchando por formar parte de la incipiente colonia de buitre negro que comienza a germinar en la Sierra de la Demanda.

Aspecto de "Bera" durante su estancia en el Hospital de Fauna Salvaje de GREFA.Aspecto de "Bera" durante su estancia en el Hospital de Fauna Salvaje de GREFA.

El macho de buitre negro "Bernabé" (a la izquierda) y la hembra "Bera", en la jaula de aclimatación de Huerta de Arriba (Burgos).El macho de buitre negro "Bernabé" (a la izquierda) y la hembra "Bera", en la jaula de aclimatación de Huerta de Arriba (Burgos).