Pollo de Neus y Oriol saliendo del nidoLos tres pollos nacidos en la temporada de 2013 han completado su desarrollo y parecen haber sincronizado su salida del nido, iniciando sus primeros vuelos en la segunda semana de agosto.

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El día 6 de agosto abandonaba el nido el pollo de Perla y Portell, con 126 días de edad. Es el tercer año que cría con éxito esta pareja, cuyo afán en la crianza ha sido ejemplar desde que en 2010 consiguieran sacar adelante a Gala, el primer pollo nacido en el programa de reintroducción.

El siguiente en alzar el vuelo ha sido el pollo de Mario y Menta, que por deficiencias en su desarrollo finalmente fue adoptado por Neus y Oriol. Sin la apuesta decisiva por una iniciativa pionera, como ha sido su rescate y posterior adopción por una pareja primeriza que ha demostrado ser modélica, este pollo nunca hubiera podido sentir la brisa cálida de la Sierra de Boumort deslizándose entre sus plumas. Verlo volar, con 130 días de edad y un control sorprendente en sus movimientos, es quizás la mayor recompensa que podamos obtener a la dedicación volcada en el cuidado de la colonia de Boumort-Alinyà.

Pollo de Bruna y Corneli tras su primer vueloEl más adelantado ha sido el pollo de Bruna y Corneli, que con 110 días abandonó el nido unos 10 días antes de lo que viene siendo normal en su especie, pero ¿lo hizo por decisión propia o cayó al doblarse alguna de las finas ramas laterales en las que solía posarse? Nunca lo sabremos. Lo que sí podemos afirmar es que la última etapa no está siendo del todo fácil para este pollo. Gracias a un exhaustivo seguimiento, hemos ido observando una progresiva desvinculación de sus padres en el último periodo de crianza. Por ello, ha sido necesario realizar aportes suplementarios de alimento para facilitar la obtención de un estado óptimo en el desarrollo final del pollo, que en estos momentos ejercita tímidos vuelos en torno al nido esperando pacientemente la visita de sus padres.

Neus y Oriol escogieron una de las plataformas artificiales emplazadas a mayor altitud, mientras que Perla y Portell optaron este año por construir su nido a pocos metros de la plataforma que habían utilizado hasta ahora, y Bruna y Corneli continúan criando en el mismo nido natural de años anteriores.