Momento del cambio del pollo de buitre leonado por el pollo de buitre negroUna iniciativa pionera permite salvar la vida a un pollo de buitre negro

En la naturaleza lo sorprendente es que haya una segunda oportunidad.

Por ley de vida o comes o te comen, o tienes descendencia o te extingues. En otras palabras, ¡no hay tiempo para contemplaciones!

Pero cuando se está reintroduciendo una especie desaparecida, como es el caso del buitre negro en Cataluña, la cosa cambia. Y mucho. Porque cada ejemplar en sí mismo es valioso. Y como llegan cedidos por Centros de Recuperación, al ser liberados en Boumort-Alinyà están recibiendo una nueva oportunidad de vivir en la naturaleza.

El caso es que el 4 de abril de este año nació en Boumort un pollo de buitre negro al que sus padres (Menta y Mario), por inexperiencia o descuido, parecían incapaces de alimentar correctamente.Con el agravante de que el año anterior ya habían perdido a su pollo en similares circunstancias.

Apenas unos días después, una pareja primeriza (Neus y Oriol) fracasaban en la incubación en el mismo enclave, también por descuido o inexperiencia. Entonces se nos ocurrió que, tanto el pollo desnutrido como los padres de la puesta malograda, se merecían una nueva oportunidad.

¿Y cómo conseguir ambas cosas a la vez? ¿Insertando al pollo hambriento en el nido de Neus y Oriol para que lo adoptaran y criasen como si fuera hijo suyo? ¿Por qué no?

Había varios inconvenientes. El principal es que, siendo la primera tentativa de reproducción de dicha pareja, deberíamos estar seguros de su capacidad como padres adoptivos. Y, para ello, necesitábamos de entrada que mantuvieran activas las pautas de incubación. A tal fin confeccionamos, con urgencia, un huevo de escayola que reemplazase al que acababan de perder. Y lo colocamos a mediados de abril en su nido, una plataforma artificial que habíamos remodelado en otoño. ¡Apenas media hora después, Neus ya estaba incubándolo!

El problema presentado es que, atendiendo al calendario reproductivo, no iba a continuar haciéndolo muchos días más, así que habría que meter cuanto antes a un pollo. Pero introducir directamente al buitre negro, dado su precario estado físico, no resultaba sensato. Así que la única solución factible era encontrar un pollo de buitre leonado que fuera criado en su lugar de manera transitoria. Es decir, tendríamos que poner en marcha una iniciativa pionera de adopción cruzada (“cross-fostering”) entre ambas especies. Que permitiría comprobar la idoneidad de dicha pareja para alimentar al pollo de leonado y asegurar, de paso, una crianza libre de riesgos para el pollo de buitre negro.

El 7 de mayo, con los nervios a flor de piel y un susto intempestivo a cuenta del huevo artificial (menudo huevazo se llevó de recuerdo Aleix), cambiamos el huevo de marras por un buitre leonado que había nacido en el CR de Vallcallent un mes antes. Y, para nuestra alegría, a los pocos minutos de abandonar el enclave, Neus aterrizó en el nido y aceptó bajo su cuerpo al pollo ajeno de una especie ajena. ¡Bravo por ella!

Ya solo quedaban tres pasos, los últimos pero no los menos delicados. Rescatar de su nido natal al pollo de buitre negro, que acumulaba un retraso de casi diez días en desarrollo morfológico y en peso. Recuperarlo de su desnutrición en el CR de Vallcallent. Y sustituir al pollo de leonado por el pollo de buitre negro.

El 24 de mayo se completó esta carrera de obstáculos con la inserción de la cría de Menta y Mario en el nido de Neus y Oriol, ya recuperado de la desnutrición y con 51 días de edad. Al mismo tiempo, retiramos al pollo de buitre leonado que tan buena labor había hecho y cuyo destino será un programa de refuerzo en Bulgaria gestionado por GREFA.

A fecha de hoy, Neus y Oriol siguen criando de manera ejemplar a su hijo adoptivo, al que se le acopló un emisor vía satélite el pasado 20 de junio. Si todo marcha según lo previsto, a finales de julio podría iniciar sus primeros vuelos. Mostrando cómo unos padres sin pollo pueden salvar a un pollo sin padres. Y lo que es igual de relevante, demostrando que, incluso en libertad, la adopción cruzada entre buitre negro y buitre leonado es posible, pudiendo resultar muy útil como herramienta de manejo en programas de conservación de grandes rapaces.