Metiendo un pollo de aguilucho cenizo en el hackingGracias al trabajo previo durante los meses de mayo y junio para localizar los nidos y a la inestimable colaboración de agricultores y cosecheros hemos podido salvar la vida de varias decenas de pollos de aguilucho cenizo en el sur de Madrid.

La recolección mecanizada del cereal coincide con el periodo crítico en el que muchos de los pollos de aguilucho cenizo y pálido están todavía en el nido, sobre todo en aquellos años en los que la climatología condiciona el adelanto de la cosecha por unas semanas como ha ocurrido en este año. Ello ha provocado que muchos nidos tengan en el periodo de cosecha los pollos aún muy pequeños o incluso todavía los huevos sin eclosionar.

Por ello y con la autorización de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, este mes de junio hemos construido un hacking de suelta para liberar aquellos pollos que tras la cosecha tenemos que retirarlos (ya sean huevos o pollos de menos de doce días).

El hacking construido con pacas de paja con forma de rectángulo tiene unas dimensiones de 5 metros de largo por tres de ancho y dos cincuenta de altura y en cuyo interior se depositan los pollos de aguilucho a la edad de 18 día para que completen allí su desarrollo y, una vez capacitados para volar, puedan entrar y salir para alimentarse de la comida que depositamos durante el periodo de dependencia.

Un pollo ya volado en la proximidad del hacking Vista del hacking construido con pacas de paja y ubicado en la zona aguiluchera Interior del hacking donde se depositan los pollos con cerca de veinte días

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