En las más de ochocientas jornadas de monitorización llevadas a cabo durante cuatro años por los técnicos de GREFA, se han obtenido 5.836 observaciones de buitres negros ajenos al Proyecto Monachus (exógenos) en la incipiente colonia de esta especie que hemos creado en la Sierra de la Demanda. Gracias a ello se han registrado 84 ejemplares con anilla o marcas alares.
Este viernes 11 de septiembre tendrá lugar en Huerta de Arriba (Burgos) el marcaje con emisores GPS de los trece buitres negros que serán liberados por GREFA el próximo otoño en la Sierra de la Demanda. Para acercar esta acción tan importante del Proyecto Monachus al gran público, este día mostraremos en directo el trabajo que estará realizando nuestro equipo técnico.
En 2020 GREFA ha cumplido el sueño tan anhelado del regreso al Sistema Ibérico del buitre negro como reproductor. Nunca olvidaremos el año en el que hemos visto a seis parejas incubar su puesta en la Sierra de la Demanda, donde hemos celebrado incluso el nacimiento de dos pollos. Pero por motivos aún no aclarados, entre los que no descartamos algún tipo de intervención humana, aún no hemos conseguido que sobreviva y eche a volar el primer buitre negro nacido en esta colonia. Sin embargo, los hitos ya alcanzados poco más de dos años después de la primera liberación nos dicen que esta especie tan emblemática como amenazada ha vuelto para quedarse.
Este nuevo proyecto de reintroducción, que se encuentra ahora mismo en fase preparatoria, será desarrollado al sur de Bulgaria, concretamente en los Montes Ródopes, bajo el liderazgo de Rewilding Europe y con un papel destacado de GREFA. Su finalidad es reforzar estratégicamente tanto la pequeña población griega de buitre negro como otro proyecto de reintroducción en curso con esta especie en el norte de Bulgaria, país donde esta rapaz necrófaga amenazada se extinguió en 1993.
El radiomarcaje de animales salvajes aporta una información valiosísima. No pocas veces gracias el emisor que porta un ejemplar hemos podido socorrerle a tiempo o nos ha llevado a descubrir "puntos negros" sobre los que hemos actuado, por ejemplo, en el caso de envenenamientos, electrocuciones, disparos o ahogamientos. De ahí nuestro interés en ampliar ese ejército de informantes silenciosos y en estas fechas tocaba llamar a filas a tres nuevos pollos de buitre negro.