El pasado 13 de abril, tras unos días de lluvia y nieve, el clima dio una pequeña tregua coincidiendo con la introducción de dos nuevos buitres negros en la jaula de aclimatación para la especie que tenemos instalada en el término municipal de Huerta de Arriba (Burgos). Esta nueva acción del Proyecto Monachus de GREFA en favor de la recuperación de la especie en la Sierra de la Demanda contó con la inestimable presencia de las personas que han apadrinado ambas aves.
La visita de los padrinos comenzó con una pequeña explicación del trabajo de liberación y seguimiento del buitre negro que realizamos en el Proyecto Monachus. Como ya sabéis, con estas acciones se pretende favorecer el establecimiento de una población en la Sierra de la Demanda que facilite la conexión entre las grandes colonias naturales del centro y sur peninsular con las creadas recientemente, mediante reintroducciones, en el Pirineo catalán y en diferentes zonas de Francia.
Los padrinos también pudieron disfrutar de un paseo por el entorno para conocer parte del trabajo de campo del proyecto, como la observación de buitres negros y otras especies desde diferentes puntos de control o la instalación de nidos artificiales para favorecer el asentamiento de ejemplares, tanto los liberados por el proyecto como los procedentes de otras poblaciones. Pero el punto fuerte del día era la introducción de los dos nuevos buitres negros, cuyas anillas respectivas tienen los códigos WFN y WFP en la jaula de aclimatación. Ambos ejemplares han sido cedidos por el Centro de Recuperación de Animales Salvajes (CRAS) de Valladolid (Junta de Castilla y León) y son originarios de la provincia de Salamanca.
Mientras se preparaba a ambos ejemplares, los visitantes pudieron conocer qué tipo de alimento se les aporta, tanto en la jaula como en el punto de alimentación específico (PAE) instalado frente a ella. Este PAE tiene el objetivo de conseguir la fijación de los ejemplares liberados al territorio y atraer a individuos de otras poblaciones, para lo cual se aportan piezas pequeñas, sobre todo pollo y conejo, que son las seleccionadas por esta especie de forma preferente. Los propios padrinos tuvieron la oportunidad de realizar estos aportes, con la satisfacción propia de estar proporcionando recursos fundamentales a una especie amenazada.
Finalmente, previa foto con los asistentes, procedimos a introducir a los nuevos inquilinos en la jaula de aclimatación para unirse a los ejemplares ya existentes en este recinto, en el que van a permanecer hasta su liberación definitiva el próximo otoño. Queremos agradecer profundamente el papel de los padrinos, que son parte muy importante en este tipo de proyectos de conservación y cuya aportación cada vez es más importante para el mantenimiento de la labor de GREFA con las especies y sus hábitats.