El esmerejon "Tauriel" en manos de su madrina instantes antes de ser liberado.El esmerejon "Tauriel" en manos de su madrina instantes antes de ser liberado.Si hace cosa de un mes terminábamos de poner en órbita a los últimos viajeros que debían marcharse a África (águilas calzadas y culebreras, cernícalos primilla, cigüeñas y aguiluchos) ahora han venido a ocupar su lugar las aves que durante los meses más cálidos del año viven en el norte de Europa, pero que huyen de aquellas latitudes cuando llega el frío invierno. Nuestro trabajo viene en cierta medida marcado por esos continuos flujos migratorios, de manera que cuando no estamos atendiendo especies estivales lo hacemos con las invernantes y en todo caso durante el año entero no faltan las residentes y el resto de animales distintos de las aves. ¡Vamos, que nunca nos aburrimos!

Entre los visitantes que empezamos a recibir en nuestros campos a partir del mes de octubre se encuentran los esmerejones. Esta historia la protagoniza precisamente uno de esos pequeños halcones. Como la mayoría de sus compañeros atravesó de norte a sur el continente (lo cual no es de extrañar, porque cualquiera aguanta en Suecia o Noruega cuando aquello se convierte en una extensión del Polo Norte). Pero su largo viaje le dejó tan extenuado que acabó en nuestro Hospital de Fauna Salvaje de Majadahonda (Madrid), a pesar de que no tenía ninguna otra lesión aparte de la pura debilidad y el agotamiento. Un mes de cuidados y de buena alimentación consiguieron devolverle sus mermadas fuerzas y ahora estábamos deseando ver otra vez sus veloces vuelos con los que volvería a buscarse la vida por sí mismo.

Como siempre el personal de GREFA había estudiado con cuidado el lugar idóneo donde devolverle la libertad, que en este caso debía ser una zona llana y despejada. Hacia allí nos dirigimos el pasado domingo, 22 de noviembre, con su madrina, Victoria, su hermana Julia, sus padres Francisco y Antonia y unas amigas. Pero antes de la liberación quedaba algo importante por hacer y era su bautismo. Cuando nuestros padrinos son niños saben que el nombre que elijan para su animal no es una cuestión nada trivial y Victoria en este caso tenía muy claro cuál sería el suyo para el esmerejón: "Tauriel". La propia madrina nos dio algunas pistas sobre el origen de ese nombre, pero aun así quisimos saber algo más (y que perdonen nuestra ignorancia los seguidores de "El Hobbit" y sus secuelas cinematográficas).

En cuanto curioseamos en internet comprendimos que la intuición de Victoria no le había fallado: "Tauriel" es un personaje femenino, igual que sospechamos que lo es nuestro esmerejón, aunque todavía sea demasiado joven para saberlo con seguridad. "Tauriel" es además una heroína y una gran luchadora, lo mismo que el ave "amadrinada" por Victoria. ¿O acaso no es toda una proeza completar un viaje de miles de kilómetros cuando tu tamaño no supera el palmo de longitud y tienes sólo unos pocos meses de vida? Además "Tauriel" pertenece a la raza de los elfos, que son seres de gran belleza, y no hay más que ver la preciosidad de este halconcito...

Rodeada de familia y amigas, Victoria, madrina de "Taurel", posa con este esmerejón el día que fue liberado.Rodeada de familia y amigas, Victoria, madrina de "Taurel", posa con este esmerejón el día que fue liberado.

El día de la liberación de "Tauriel" la alegría fue doble: aparte del estupendo sabor de boca que nos deja ver sobrevolar los campos de cereal a uno de los escasos esmerejones que hemos tenido la oportunidad de rehabilitar, nos vamos con la buena noticia de que Florinda y su hija Paula, que son las amigas que acompañaron a la familia de Victoria en la liberación, han decidido que también ellas van a apadrinar otro animal de GREFA. ¿No dicen siempre que de una boda sale otra boda? Pues ese dicho acabamos de reinventarlo y lo que ahora anuncia es que de un apadrinamiento sale otro.