Este lobo apareció muerto y colgado el pasado 26 de febrero en la Reserva de la Biosfera de Las Ubiñas-La Mesa, en Asturias. Foto: FAPAS.Este lobo apareció muerto y colgado el pasado 26 de febrero en la Reserva de la Biosfera de Las Ubiñas-La Mesa, en Asturias. Foto: FAPAS.GREFA se ha dirigido por carta al Programa MAB de la Unesco para que el Parque Natural de Ponga, en Asturias, no sea declarado Reserva de la Biosfera, en virtud de las deficiencias de gestión que a lo largo de los últimos años este espacio natural ha llevado a cabo. Con esta acción nos sumamos a una campaña lanzada por el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS). Entendemos que una Reserva de la Biosfera debe de tener como objetivo prioritario la conservación de su biodiversidad, situación ésta que no se cumple en el referido espacio protegido de Ponga. Referenciamos como hechos muy graves en este parque natural el que dos de las especies más representativas de la fauna cantábrica, el oso pardo y el urogallo, ya están en situación muy posiblemente de extinguidas, sin que las respectivas administraciones, locales, regionales y del propio parque hayan hecho lo suficiente por evitarlo.

Coincidimos con el FAPAS en que el Principado de Asturias está gestionando el medio ambiente y en especial la fauna silvestre con una insólita actitud de exterminio e indiferencia. Lobos muertos colgados en carreteras y osos muertos a tiros en caminos es solamente una pequeña muestra de lo que en realidad está sucediendo. Sin embargo, el Gobierno regional trata de tapar todas estas circunstancias con medidas políticas que solo sirven de engaño. La última, tratar de que se declare Reserva de la Biosfera el Parque Natural de Ponga.