Una de las apuestas más fuertes que hacemos desde GREFA es nuestro curso para formar a técnicos de centros de recuperación de fauna salvaje, que llevamos a cabo con con la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. Por estas fechas, los alumnos de la sexta edición de este curso están ya totalmente inmersos en la parte práctica, una vez que han dejado atrás las sesiones teóricas.
Gracias a la invitación de la Universidad de Murcia a participar en su Máster en Gestión de la Fauna Silvestre, todos los años algunos alumnos realizan sus prácticas, así como sus trabajos de fin de máster, en el Hospital de Fauna Salvaje de GREFA. De esta cada vez más estrecha colaboración surgen multitud de trabajos.
El pasado 11 de febrero nuestro Equipo de Rescate recibió una llamada procedente de Alcalá de Henares (Madrid). La policía de esta localidad tenía en su poder una garcilla bueyera de un extraño color negro, nada propio de su nívea condición. Una vez en el Hospital de Fauna Salvaje de GREFA, se detectó que se encontraba muy manchada por una sustancia oleosa de origen desconocido. A pesar de encontrarse en perfectas condiciones, la sustancia que manchaba su plumaje imposibilitaba al animal alzar el vuelo.
El año pasado, una pareja de cernícalos vulgares que cría en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) se convirtió en el centro de atención cuando se les instaló una cámara de vídeo en su nido. Así pudimos ver en directo el nacimiento de los pollos y las idas y venidas de la madre para alimentarlos. ¡Fue todo un éxito de público! Visto lo bien que funcionó la experiencia, a nuestro colaborador y buen amigo Alberto Álvarez, que trabaja en esa facultad, se le ocurrió idear un proyecto tanto para monitorizar a estas aves como para fomentar la biodiversidad en los dos campus de la UCM, el de Somosaguas y el de Moncloa.