La gaviota ingresó delgada y deshidratada tras el aviso de un particular que llevaba un par de días viéndola sin poder volar.
Tras su período de recuperación, nuestro compañero Salva y nuestro voluntario Javi, fueron los encargados de llevar a cabo su puesta de nuevo en libertad. La gaviota enseguida se unió al grupo de gaviotas sombrías y reidoras que había en la laguna del Campillo, lugar de su liberación.
¡Hasta pronto!