Gallarda y Montespan en Cèvennes. Thierry David LPO Grands CaussesGallarda y Montespan en Cèvennes. Thierry David LPO Grands CaussesDe todos los buitres negros del programa, Gallarda es la más poderosa De ahí su nombre. Nacida en 2007, esta hembra de mirada altanera fue liberada en Boumort en marzo de 2009. ¿Quién iba a adivinar que, a pesar de su fortaleza, acumularía tantos fracasos durante los dos próximos años?

¡Veamos cómo ocurrieron!

Siendo todavía inmadura, en el verano de 2010, intimó y formó rápidamente pareja con Urdiet, un macho de su misma edad que había sido reintroducido en Alinyà. Los dos se movían con soltura entre ambos espacios, seleccionando incluso una plataforma artificial como posadero habitual, para iniciar la reproducción en la siguiente primavera.

La desgracia hizo que todos estos preparativos se fueron al traste en diciembre, cuando Urdiet, que no se separaba apenas de Gallarda, fue localizado al borde de una carretera comarcal de la Conca de Tremp. Recién muerto.

Gallarda aguantó dos meses más en la zona, quizá esperando ver de nuevo a su pareja. Hasta que, a finales de febrero de 2011, inició un largo viaje por el cuadrante NE de la península, cruzando luego la frontera pirenaica y dirigiéndose en línea recta hacia Cèvennes, la colonia francesa más próxima, a 400Km de distancia. Como si quisiera poner tierra por medio y huir, lo más lejos posible, del enclave donde había estado viviendo con Urdiet.

Una vez instalada en este hogar desconocido, ya en marzo comienza a relacionarse con Montespan, un macho francés y un año más joven que ella. Lo que hacía suponer que, definitivamente, perdíamos a Gallarda para el proyecto pirenaico pero, en contrapartida, ella ganaba a un compañero que le haría olvidar la desaparición de Urdiet.

Las cosas le empezaban a marchar bien, ya que fue observada por miembros de la LPO y personal de la Reserva, siempre en compañía de Montespan, durante los meses siguientes. Hay que aclarar una cosa. Gallarda lleva un emisor satelital GPS que nos permite conocer por dónde se mueve. Pero una cosa es verla en un mapa y otra muy distinta verla en la realidad. Como nosotros no podíamos desplazarnos hasta Cèvennes para contemplarla en acción, esa posibilidad nos la brindaban los compañeros franceses encargados del seguimiento de la colonia de buitre negro de Cèvennes. Así, al comprobar que la imagen de satélite mostraba su querencia por una zona muy concreta, inmediatamente les dimos aviso, sospechando que acabaría criando allí.  

Como ocurrió en la primavera de 2012, cuando fue detectada durante la incubación en la copa de un gran pino silvestre.

Sin embargo, la sombra del fracaso seguía acechando a Gallarda. Y, por algún motivo desconocido, abandonó la incubación. ¿Pérdida del huevo por depredación, como les sucede en ocasiones a los buitres negros y más si son inexpertos? ¡Fue imposible averiguarlo!

La pareja se mantuvo unida el resto del año. Hasta que, a finales de enero de 2013, justo cuando deberían comenzar otro ciclo reproductor Thierry David, nuestro testigo más valioso en el área de Cèvennes, nos informó que había visto a Montespan alternando con una hembra francesa, llamada Malabar, a la que Gallarda atacó violentamente para expulsarla. Y que, pocos días más tarde, el 8 de febrero, observó de nuevo a Montespan, esta vez en compañía no de una sino de dos hembras del programa francés, Malabar y Miracle. Pero, en este caso, Gallarda se enfrentó… ¡a las hembras y también al macho que había sido su compañero los dos últimos años!

Gallarda atacando a una hembra francesa en Cèvennes 8.2.2013 André BrocardGallarda atacando a una hembra francesa en Cèvennes 8.2.2013 André Brocard

¿A alguien le suena una escena semejante? Seguro que sí. Conociéndoles, los buitres se muestran muy humanos y los humanos muy buitres.

Apenas unas semanas tras semejante golpe, Gallarda se presentó en Boumort. Su viaje, casi sin escalas, duró un día y medio. ¡Qué alegría verla esa mañana del 25 de abril junto a los demás buitres negros que habían venido a desayunar a Cal Hortò! La verdad es que presentaba el plumaje muy deteriorado, con bastantes huecos en las plumas de vuelo, como si reflejaran los traumas padecidos. Pero el caso es que la gran Gallarda estaba de vuelta y todos ansiábamos que se quedara.

Solo que ella, orgullosa por naturaleza, no iba a ceder tan fácilmente a nuestros deseos. Y contra todo pronóstico, el 12 de mayo emprendió súbitamente vuelo directo hacia Cèvennes, donde aterrizó al día siguiente.

¿Con quién se unirá esta vez Gallarda? ¿Con un macho francés o con uno español? ¿Y si, visto lo visto y con todos los desengaños que ha sufrido, prefiere vivir sin pareja? Lo más difícil sería que se asociara con otra hembra, pero no hay nada imposible.

¡Se admiten apuestas!    

Mario
Equipo de trabajo de Boumort-Alinyà