Ahora que la primavera y el verano tocan a su fin termina una de las épocas de mayor actividad en nuestro centro de recuperación de fauna salvaje‎, pero aquí nunca nos aburrimos y precisamente la llegada de estas fechas marca uno de los momentos críticos para muchas de nuestras aves que tienen que realizar su migración anual al continente africano.

Se hace necesario por tanto que nuestros equipos de Enfermería, Rehabilitación, Fisioterapia y Huérfanos redoblen sus esfuerzos para que aquellos de nuestros pacientes que tienen que viajar lleguen a tiempo a la pista de despegue antes de que se cierre el mostrador de embarque. Es el caso por ejemplo del águila calzada que liberamos el pasado 10 de septiembre con su madrina Milagros y su hijo‎, y que sin duda en los próximos días se sumará ‎al resto de compañeros de su especie en el largo flujo hacia el sur buscando tierras más cálidas.

Le espera pues a nuestra águila ese gran reto en el que estos seres con sólo unos cientos de gramos de peso (junto con otros que no superan siquiera unas pocas decenas de gramos) cruzarán miles de kilómetros, salvarán el estrecho de Gibraltar superando sus fuertes corrientes de aire, sobrevolarán el desierto haciendo ayuno forzoso durante días, y en definitiva se enfrentarán a infinidad de peligros hasta llegar finalmente a su destino en el África subsahariana. Si todo va bien dentro de unos meses emprenderá el mismo viaje en sentido inverso y volverá a estar con nosotros la próxima temporada.

Todo eso lo han hecho posible Milagros y el resto de los padrinos de la campaña gracias a su apadrinamiento. Y es que aunque a algunos el hecho de salvar un animal les pueda parecer solo un pequeño gesto, en realidad lo que hay detrás es tan grande como lo que acabamos de contar. Por eso no nos extraña lo más mínimo lo mucho que se emocionaron sus padrinos en el momento de abrir las manos y regalarle a esta preciosa águila calzada esa oportunidad que de otra forma nunca hubiese tenido. Os vamos a contar además un secreto, y es que también nosotros, a pesar de los años que llevamos haciendo esto y de la cantidad de animales que hemos devuelto a su medio natural, nos seguimos emocionando con cada nueva liberación casi tanto como sus propios padrinos.