Una muestra de la basura encontrada por miembros de GREFA en un observatorio ornitológico del Alto Sil (León).Una muestra de la basura encontrada por miembros de GREFA en un observatorio ornitológico del Alto Sil (León).La observación de animales salvajes, especialmente de la gran fauna, nos seduce tanto como al que más. Y qué duda cabe de que la promoción de este tipo de actividades son una forma de poner en valor la conservación de las especies y sus hábitats. Pero no matemos a la gallina de los huevos de oro. Nos preocupa que incluso en los puntos habilitados como observatorios, se supone que frecuentados por personas concienciadas y amantes de la naturaleza, se acumule la increíble cantidad y variedad de basuras que reflejan las fotografías que acompañan a esta información.

Latas, botellas, tarros, pilas, cartones... Y colillas, muchas colillas. Ese fue el panorama que se encontraron varios compañeros de GREFA que accedieron hace pocos días a un observatorio ornitológico frecuentemente visitado por naturalistas y turistas de la naturaleza que se mueven por la comarca del Alto Sil, en el noroeste de la provincia de León. Mal asunto cuando llegas a un sitio como ese y el protagonismo lo acapara el resultado de las acciones de desaprensivos que no valoran la naturaleza ni respetan su integridad. Dejar basuras sin el menor escrúpulo es un ejemplo de ello.

Se da la circunstancia de que en este mismo lugar, hace pocas semanas, un oso pardo era acosado por un gran número de personas que querían verle de cerca y fotografiarle. Por si fuera poco, la zona se vio afectada por los incendios del "fin de semana negro" del 13 al 15 del pasado octubre, en el que una oleada sin precedentes de fuegos provocados afectó a valiosos espacios naturales de Galicia, Asturias, Castilla y León y Portugal.

El interés por nuestra biodiversidad es una excelente señal de que el mensaje de la conservación llega a la opinión pública, pero no podemos aceptar que la vida silvestre y los parajes que tanto admiramos se vean alterados o dañados por quienes en teoría se acercan a ellos con la buena intención de admirarlos o disfrutarlos. Así que pedimos más responsabilidad y, si es necesario, más medios y más normativa que canalice debidamente la observación de fauna y el turismo de la naturaleza.

Mal asunto si la basura tirada en un valioso paraje natural acapara el protagonismo de quienes lo visitamos, como esta zona de la montaña leonesa.Mal asunto si la basura tirada en un valioso paraje natural acapara el protagonismo de quienes lo visitamos, como esta zona de la montaña leonesa.