Los microplásticos se han estudiado en una gran cantidad de animales silvestres, la mayoría de ellos marinos. Ahora, gracias a la financiación por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) de nuestro proyecto de detección de microplásticos en animales silvestres que ingresan en GREFA, le toca el turno a las aves, empezando por la urraca.
En GREFA nos motiva especialmente hacer la vida más fácil a la fauna que nos es más cercana, especialmente si se trata de unos animales tan útiles e interesantes como los murciélagos. Ejemplo de ello es el prototipo de refugio de piedra que hemos colocado en el propio edificio principal de nuestra sede y que ya ha sido ocupado por tan insignes inquilinos.
El pasado 18 de agosto el Equipo de Rescate de GREFA recibió una llamada procedente de la policía local de Villanueva del Pardillo (Madrid). El aviso en esta ocasión era por una rapaz de gran tamaño encontrada malherida bajo un árbol en el casco urbano. El animal fue identificado como un águila culebrera. Transportada con urgencia a nuestro Hospital de Fauna Salvaje, desde su ingreso trabajamos para salvar y rehabilitar a una más de las muchas víctimas que se cobra uno de los grandes azotes para las aves: las electrocuciones.
Los desechos plásticos son contaminantes ambientales que se encuentran de manera persistente en el medio ambiente. Nos preocupa en especial el efecto de los microplásticos en la fauna, por lo que GREFA ha iniciado un estudio para valorar la presencia de estas partículas en diferentes grupos de aves que ingresan habitualmente en nuestro hospital de fauna salvaje.
Gracias a la colaboración de un gran número de empresas y particulares, el Hospital de Fauna Salvaje de GREFA tiene a su disposición un buen abanico de métodos diagnósticos y terapéuticos. Dos de las herramientas que más nos han ayudado estos últimos años han sido la termografía, como medio de diagnóstico por imagen, y el láser, como técnica terapéutica para el tratamiento de lesiones.