Durante este último año hemos tomado muestras para diagnóstico de plomo en sangre de 56 buitres: buitre  leonado (Gyps fulvus) y buitre negro (Aegypus monachus); de los cuales 23 dieron resultados positivos, 4 de ellos con niveles elevados. De estos 4 últimos, dos de ellos tenían niveles clínicos de plomo en sangre, y ambos fallecieron a pesar de estar sometidos a tratamiento.

El plumbismo llega a ser una de las causas más importantes de mortalidad en diversas aves, especialmente en humedales, pero también ha sido descrito en diversas especies de rapaces y se ha comprobado que la exposición al plomo es elevada en las especies más carroñeras y oportunistas, como son los buitres. Por el momento, la única acción llevada a cabo para reducir el riesgo de exposición al plomo de la munición en aves y humanos ha sido la prohibición desde 2001 del uso de perdigones de plomo en humedales protegidos, lo que deja en claro desamparo a nuestras carroñeras, que se intoxican por lo general al alimentarse de presas que han sido disparadas con perdigones de plomo.  

El tóxico es ingerido de esta manera, y desde el sistema digestivo es absorbido por la sangre dando lugar a la sintomatología con la que cursa esta enfermedad: bradicardia, síntomas nerviosos, síntomas respiratorios, etc.

Desde hace años se conoce el problema que supone el uso de plomo como munición, ya ha llegado el momento de decir basta, y que se actúe de una vez prohibiendo el uso de este material en el sector cinegético. ¿Cómo puedes ayudar tú? Si encuentras a un ave (especialmente si se trata de una carroñera) desorientada y con signos de debilidad, llámanos, nuestro equipo de rescate acudirá lo antes posible, la rápida actuación en estos casos puede suponer la salvación de una vida.