En agosto seguimos con nuestro programa de voluntariado ambiental, abierto a la participación de quienes quieran colaborar con nosotros en trabajos de campo vinculados a proyectos de conservación de la fauna salvaje en Castilla y León. En concreto, el objetivo será esta vez mejorar la biodiversidad en viñedos de la denominación de origen de Rueda y otros trabajos para el control biológico del topillo.
Las lechuzas de GREFA "vuelan" hacia Almería en un proyecto participativo que cuenta con la implicación de Cecoual, Serbal, Oasys MiniHollywood y la colaboración de algunas empresas del sector agrícola de la provincia. Ocho pollos de esta rapaz nocturna, criados en cautividad en nuestro centro y nacidos este mismo año, han sido introducidos en dos "hackings", uno en la Universidad de Almería y otro en el Parque Natural del Cabo de Gata.
La utilidad de los sistemas de seguimiento de fauna cada vez abarca más funcionalidades. Una de ellas, en la que hemos sido pioneros, es la de facilitar el control biológico de las plagas de topillo campesino mediante el marcaje con GPS de pequeñas rapaces depredadoras del roedor. La reciente colocación en Castilla y León de estos dispositivos a diez cernícalos vulgares responde a dicho objetivo.
Como todos los veranos, desde GREFA ofertamos diferentes actividades de voluntariado ambiental para que colabores con nosotros en la ejecución de trabajos de campo vinculados a nuestros proyectos de conservación de la fauna salvaje en Castilla y León. A continuación, os detallamos la información de nuestros dos próximos voluntariados, que se llevarán a cabo este mismo mes de julio.
Un ejemplo ilustra nuestro trabajo de este año en lo que se refiere al control biológico del topillo campesino. En uno de los municipios de la comarca castellana de Tierra de Campos, donde tenemos 100 cajas nido colocadas, 66 de ellas han sido ocupadas. Sus inquilinos son 24 parejas de lechuzas y 42 parejas de cernícalos. Un contingente que según nuestras estimas, durante el periodo que dura la reproducción, va a dar caza a unos 60.000 topillos con los que alimentar a sus pollos. Son cifras más que suficientes para que desde GREFA apostemos a fondo por este proyecto, ¿no os parece?