Gata y Foix, dos de los buitres negros reintroducidos en la colonia de Boumort-Alinyà (Lleida), visitaron durante su dispersión algunos puntos del extremo occidental del Sistema Ibérico muy frecuentados por otros congéneres.
La primavera supone la época de máxima dispersión para los jóvenes de buitre negro, así como aquellos adultos que aún no han definido un territorio. Y como no, nuestros buitres marcados con emisor satelital han hecho lo propio en estas fechas, iniciando los viajes de mayor envergadura fuera de Boumort-Alinyà.
Estos dos viajeros pirenaicos son los protagonistas de una importante función, que es la de localizar aquellas zonas de mayor predilección, y por tanto, de mayor idoneidad a la hora de iniciar acciones de conservación para la especie. El cuadrante sureste de la provincia de Burgos, en el extremo occidental del Sistema Ibérico, es una de esas zonas donde la expansión del área de distribución actual de la especie hacia el norte ibérico tiene más probabilidades de éxito en el marco de un programa de reintroducción. De hecho, en los últimos años han sido recogidas numerosas observaciones en territorio burgalés.
Y es por ello que justo aquí seleccionamos hace unos meses los lugares idóneos para el emplazamiento de un nuevo proyecto de reintroducción que sirva como fuente de comunicación de la población pirenaica y alpina de buitre negro, reforzando los flujos de movimiento y por tanto la intensidad en cuanto al número de ejemplares que cada año establecen contacto con esas nuevas colonias. Un número que crece de forma exponencial conforme se consolida la colonia pirenaica, que en la actualidad cuenta con 32 ejemplares y 8 parejas reproductoras gracias al "Proyecto de reintroducción del buitre negro en Pirineos”.