Éxito de ocupación de los nidales para gorriones instalados en Cuenca de Campos (Valladolid)

Varios ejemplos de cajas nido para gorriones instaladas por GREFA totalmente ocupadas.

Detalles: Publicado: 25 Octubre 2022; Visto: 1711

Este mes se cumplen dos años desde que instalamos en Cuenca de Campos (Valladolid) 90 nidales para gorrión común y molinero. Una acción que fue posible gracias al Programa de Voluntariado Ambiental de la Fundación Caja de Burgos y la Fundación “la Caixa”, el Ayuntamiento del municipio vallisoletano y a los voluntarios que nos ayudaron en esta novedosa actuación para GREFA.

¿Y por qué novedosa? Pues porque por primera vez para nuestra ONG nos estrenábamos con la construcción de un diseño de caja nido vertical de triple cámara de cuyo tipo colocamos tres unidades en postes alrededor del pueblo. La idea era crear un efecto colonia en cada poste, con nueve nidos disponibles y distintos diámetros de entrada para de esta forma poder acoger tanto al gorrión común como al molinero.

Se trataba de un pequeño proyecto experimental porque no sabíamos cómo funcionaría poner tantos nidales juntos, si las aves los encontrarían atractivos, si podrían convivir varias parejas de la misma o de distintas especies. Tras la época reproductora, nos hemos acercado a la zona para averiguarlo, considerando que los gorriones realizan aportes de material al nido y gracias a ello se puede saber qué habitáculos han sido utilizados. De esta forma, hemos podido confirmar que los nidales han funcionado exitosamente en este formato tipo “semáforo”, llegando a estar en algunos casos los nueve nidos del poste ocupados.

Disposición de los nidales construidos por GREFA para crear un efecto colonia.

Una triste realidad

También hemos comprobado que algunos de los nidales con entrada para gorrión molinero (28 mm de diámetro) han sido utilizados, pero en menor medida. En muy pocos había un profuso aporte de material, en otros únicamente hemos encontrado excrementos ya que han sido utilizados como dormidero. Claramente prefieren los nidos con la abertura de 32 mm, ya que casi todos los de ese tipo han sido ocupados para criar. Hemos constatado, además, que este último modelo ha sido usado indistintamente por ambas especies, tanto gorrión común como molinero. Esto lo hemos comprobado de una forma muy desafortunada, ya que encontramos un volantón de molinero muerto dentro de la caja, enredado con hilos plásticos de empacar que sus propios padres usaron para construir el nido.

Volantón de gorrión molinero muerto al enredado en hilo plástico de empacar.

El material que aportan los gorriones para construir su nido debería ser de origen natural, tanto vegetal como plumas y pelo de distintos animales que las aves encuentran en su entorno. Sin embargo, cada vez son más las evidencias y estudios que confirman la presencia de plásticos, cuerdas, telas y demás basura derivada de la actividad humana entrelazados en los nidos de diversas especies. Esto supone un riesgo para los polluelos que, pueden morir sofocados al tragar estos materiales o, como en el caso de la fotografía de esta noticia, ser mortalmente atrapados por ellos.

Estos hechos evidencian, una vez más, que cuando se habla de conservación de la naturaleza, esto debe afrontarse de una manera integral. Los nidales son un soporte de apoyo para la cría de aves silvestres, pero de poco sirven cuando el entorno está lleno de químicos peligrosos y residuos incontrolados. El mero gesto de evitar que un cordel plástico acabe tirado en el campo podría estar salvando nuestra a fauna silvestre.