Durante el fin de semana, la actividad en GREFA no cesa. Nuestros pacientes continúan entrando, bien a través de nuestro equipo de rescate, o a través de organismos oficiales (Seprona, Agentes Forestales, Policías Locales, etc.). O, simplemente, gracias a muchas personas que, habiendo encontrado un animal salvaje con problemas, lo acercan a nuestro Hospital para que pueda ser tratado y posteriormente liberado. Las llamadas solicitando información se suceden y nuestra Ecotienda continúa abierta para que todo aquel que lo desee pueda realizar sus compras. Por no hablar de las visitas guiadas que realizamos y que permiten al público en general conocer nuestros proyectos y observar en directo el funcionamiento de un Hospital de Fauna Salvaje.
Confiamos en que la gran mayoría de vosotros no os habréis visto nunca en la necesidad de tener que capturar a un animal salvaje, así que hoy os vamos a contar algunas de las cosas que suceden entre bambalinas en los instantes previos a una liberación y que hacen posible precisamente que esta ocurra. La manera de llevar a la práctica esa captura no es sencilla, pero la teoría por el contrario sí que es muy simple y se apoya en tres únicos principios básicos: seguridad para el animal, seguridad para quien lo maneja y rapidez.
El pasado 31 de agosto nos dirigimos hasta Gargantilla del Lozoya (Madrid) para llevar a cabo una suelta muy especial: nuestro colaborador Yago Trillo daba la libertad a "Dee Dee", un milano negro, a escasos metros de donde nació. "Dee Dee" fue rescatado de su nido la pasada primavera al encontrarse mucho menos desarrollado que su hermano mayor. Acto seguido fue trasladado al Hospital de Fauna Salvaje de GREFA, donde fue atendido durante más de dos meses por nuestros equipos de enfermería y animales huérfanos, hasta alcanzar un desarrollo óptimo para su liberación.
¡¡Hola!! Nos presentamos, aunque seguro que la mayoría ya habréis oído hablar de nosotros: somos los pacientes del Hospital de GREFA. Algunos fuimos pollos o crías que ingresamos siendo demasiado pequeños para valernos por nosotros mismos, otros por el contrario llegamos aquí heridos o enfermos. A todos nos han cuidado estos amigos de GREFA lo mejor que han sabido, pero ahora los unos ya hemos crecido lo suficiente y los otros nos hemos restablecido de nuestros achaques, así que necesitamos volver cuanto antes a nuestro hábitat y abandonar el encierro temporal al que nos hemos visto obligados por las circunstancias.
Paqui y Ricardo decidieron sorprender a su sobrina Magdalena regalándole el apadrinamiento de una ardilla roja que fue salvada de morir siendo solo una pequeña cría. Lo que ellos no sabían es que a su vez Magda y su marido Juan Carlos le iban a entregar ese mismo día a Ricardo el regalo sorpresa de un apadrinamiento de nuestra campaña de Pequeños Animales Huérfanos.
La liberación de un animal recuperado es el final del proceso. Es el momento que toda la gente imagina cuando nos trae a nuestro centro algún animal herido. Y ese momento es el que hemos tenido la suerte de captar con la liberación de una preciosa gineta.
Personal de GREFA, voluntarios y padrinos, ¿puede haber mejor combinación para una jornada de liberaciones? Es 3 de agosto y se han montado dos convoyes comandados respectivamente por David, responsable del Equipo de Rescate, y Nacho, responsable del Departamento de Rehabilitación. A su invitación hemos acudido un nutrido grupo de voluntarios de Enfermería, Huérfanos y Recepción, dispuestos por una vez a darnos el gustazo de ver salir del hospital unos pocos de todos esos animales que a diario ayudamos a ingresar en el centro, curarles, alimentarles y atenderles. Como guinda del pastel nos acompañan dos padrinos muy queridos: Ana, pieza clave e imprescindible del departamento de Huérfanos, y Paddy, hijo de uno de los voluntarios de Recepción.
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