Más de treinta años después, GREFA vuelve a implicarse en favor del Monte de Boadilla

Los educadores de GREFA Noelia Vivero y Miguel Ángel García, en el punto informativo que habilitamos en el Monte de Boadilla (Madrid), desde donde se organizaron los recientes talleres naturalistas.

Detalles: Publicado: 29 Junio 2022; Visto: 601

Más de treinta años después, GREFA vuelve a implicarse en su conservación de un espacio natural madrileño tan emblemático como el Monte de Boadilla. En esta ocasión no es por la destrucción del lugar, como hace décadas, sino por la presión humana a la que se ve sometido. De ahí nació la necesidad de organizar unos talleres sobre biodiversidad que hemos llevado a cabo durante los meses de mayo y junio.

Hace más de treinta años nos movilizamos en favor de la conservación del Monte de Boadilla en un momento en el que la especulación urbanística ponía en riesgo la pervivencia de uno de los bosques islas más emblemáticos de la Comunidad de Madrid. Afortunadamente la declaración de Monte de Utilidad Pública salvó sustancialmente esa masa forestal de encinar y pinar de pino piñonero que siempre había acogido un buen número de rapaces diurnas y nocturnas.

Libre del urbanismo destructivo y gestionado en el ámbito de la Comarca Forestal IX de la Comunidad de Madrid, en colaboración con el Ayuntamiento de Boadilla, el Monte de Boadilla vivió años de relativa tranquilidad. Sin embargo, el aumento demográfico y los desarrollos urbanos y de infraestructuras en la periferia auguraban un futuro no tan prometedor para la biodiversidad presente en este espacio natural. Efectivamente, el Monte de Boadilla comenzó a ser transitado masivamente y con ello tuvo lugar un deterioro ecológico importante.

Visitantes del Monte de Boadilla se acercan al punto informativo de GREFA durante los talleres de educación ambiental desarrollados en el Monte de Boadilla.

Ha sido este el contexto en el que hemos estado llevando a cabo unas Jornadas de Educación Ambiental en el Monte de Boadilla, en colaboración con el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama y el Ayuntamiento de Boadilla. Estas jornadas se han celebrado los domingos 8, 15, y 29 de mayo y 5 y 12 de junio. Su objetivo ha sido dar a conocer los problemas que atraviesan toda la biodiversidad que habita en este espacio natural.

Una huella muy negativa

La creciente presión humana está empezando a dejar una huella muy negativa en este ecosistema. Esto ha ocasionado una rápida pérdida de calidad ambiental de este espacio, siendo cada vez menos viable para especies tan emblemáticas como el águila imperial ibérica. La principal causa de la degradación ha sido el incremento del público que visita el Monte de Boadilla.

Los mismos habitantes nos contaban que habían notado un cambio enorme en el monte y ahora venía mucha más gente y más bicicletas que antes. Esto está haciendo que el monte esté soportando en la actualidad una presión excesiva. El ejemplo más evidente son las innumerables sendas que las personas hemos ido creando, las cuales no existían con anterioridad. Esto ha originado una gran erosión y compactación de muchas hectáreas de suelo, con la subsecuente pérdida de materia vegetal, y con ella, la desaparición de la fauna.

Una réplica de águila imperial destaca en el punto informativo de GREFA en el Monte de Boadilla.

Diferentes talleres propuestos

Cientos de personas se han acercado estos días para buscar información y participar en las actividades que les hemos propuesto en las recientes jornadas de educación ambiental. Desde familias, pasado por gente en bicicleta o con perros, hasta deportistas se han parado con nosotros a escuchar los problemas del monte y sus posibles soluciones. Con los que han querido participar en las actividades hemos hecho cajas nido para murciélagos y pájaros, "bombas" de semillas, comederos y bebederos para pájaros, juegos de identificación de aves y siluetas en vuelo y puzzles con palitos.

Toda la información que hemos contado y las actividades que hemos realizado han perseguido que todos los usuarios del Monte de Boadilla participen en su conservación como principales interesados. Todo ello, a partir del conocimiento de las especies que habitan este monte tan singular y los problemas que les ocasionamos los seres humanos. Les hemos dado las herramientas con las que hacer un uso más responsable y sostenible de este espacio, siendo parte de la solución, y conseguir recuperar muchos de los valores naturales que ha ido perdiendo con el paso del tiempo.

Ha sido una gran experiencia

Hemos tenido una gran experiencia conociendo el Monte de Boadilla y hablando con la gente. Nos quedamos con todas sus historias y sensaciones. Por ello, pensamos que es vital continuar con esta labor de educación ambiental y luchar por conservar este espacio natural. Esperamos haber transmitido el mensaje y que ahora se valore más el Monte de Boadilla y se fomente la participación ciudadana.

Es nuestra responsabilidad utilizar los espacios naturales de forma respetuosa y de forma sostenible para todos los seres vivos que habitan este espacio. Gracias a todos los que se pasaron por el punto de información de GREFA, por participar y por escucharnos.

Foto del archivo de GREFA sobre una concentración contra la destrucción del monte de Boadilla. Eran otros tiempos en los que la protesta y reivindicación tenía que ser más explícita porque la amenaza de destrucción de nuestros montes y bosques era real: las máquinas acechaban a la espera de recalificaciones urbanísticas.