Varias cigüeñas se alimentan en un punto de alimentación suplementario (PAS) instalado en Alcalá de Henares (Madrid).
Varias cigüeñas se alimentan en un punto de alimentación suplementario (PAS) instalado en Alcalá de Henares (Madrid).

"Por San Blas, la cigüeña verás...". Hoy es 3 de febrero, Día de San Blas, una fecha que siempre se ha relacionado con el regreso de la cigüeña blanca a los lugares de anidación, tras su migración e invernada en África. Sin embargo, hoy en día el icónico refrán hay que leerlo en un contexto de importantes efectos humanos en la conservación de estas aves emblemáticas que desde GREFA tratamos de mitigar.

Desde hace siglos es costumbre ver, durante la primavera y el verano, a las cigüeñas blancas en sus característicos nidos tanto en las torres de las iglesias como en los árboles y edificios más antiguos y altos. Estas aves dan un toque especial a toda ciudad o municipio, resaltando tanto por su belleza como por su majestuosidad al verlas volar en las alturas. Pero desde hace varias décadas las cigüeñas se han visto afectadas por las acciones del ser humano, sobre todo con el comienzo en los años ochenta de la creación de vertederos de residuos sólidos urbanos a cielo abierto.

Primer plano de una cigüeña blanca adulta.Primer plano de una cigüeña blanca adulta.

Desde entonces, las cigüeñas han visto una gran oportunidad de aprovechar una fuente prácticamente ilimitada de alimento, hasta el punto de que se han acostumbrado a vivir de nuestros desperdicios, una situación que, a largo plazo, puede tener graves repercusiones para la conservación de la especie. Pensemos que con la disponibilidad de alimento constante, las cigüeñas comenzaron a aumentar su población hasta niveles mucho más elevados de lo que cualquier ecosistema podría soportar y, también, a cambiar su conducta migratoria tan característica que daba lugar al conocido dicho sobre San Blas.

Lo cierto es que en la actualidad, con los nuevos decretos y ordenanzas europeos, se están comenzando a clausurar los vertederos a cielo abierto para, por cuestiones sanitarias y beneficiosas para el medio ambiente, sustituirlos por complejos medioambientales de tratamiento de residuos. Esto supone un gran avance en cuanto a la gestión de nuestras basuras y a la lucha contra la contaminación, pero también hace que un gran número de animales, de repente, vea reducida a cero su principal fuente de alimentación.

GREFA entra en acción

El cambio puede suponer un duro golpe para todas las poblaciones de cigüeña blanca que acostumbraban a alimentarse en los vertederos. Seguramente las forzará a buscar alimento en los ecosistemas circundantes, que quizás no puedan soportar la carga biológica que supondría la incorporación por completo de estas aves. Este es el motivo por el que desde GREFA, con la financiación de la Mancomunidad del Este de Madrid, estamos siendo pioneros en tratar de gestionar este problema ayudando a mitigar el impacto que supondrá para la cigüeña blanca y otras muchas especies.

Nuestra estrategia es realizar aportes externos de alimento alternativos en el entorno de los vertederos que se clausuran, de forma que, paulatinamente, consigamos normalizar de nuevo las poblaciones de cigüeña y que vuelvan a formar parte del ecosistema de manera sostenible y autónoma. Pero los problemas de conservación de las cigüeñas van más allá.

Una cigüeña en vuelo porta materiales para su nido.Una cigüeña en vuelo porta materiales para su nido.

Una fama inmerecida

Hoy en día es muy frecuente ver cigüeñas en todo tipo de ambientes humanizados. Mientras tanto, se les está otorgando una fama inmerecida al acusarla de problemas que en realidad han sido ocasionados por la mala gestión del ser humano, olvidándose además que se trata de una especie protegida bajo la legislación que ampara a nuestra fauna y flora silvestres. Ejemplo de ello es lo que a veces ocurre en algunos edificios en los que estas aves anidan. Un nido de cigüeña blanca pesa entre 100 y 150 kilogramos. En ocasiones, si el acúmulo de materiales es muy elevado, estos nidos pueden incluso superar este peso. Pero con una correcta gestión y realizando rebajes es posible mantener estos nidos sin afecciones estructurales a los edificios que los soportan.

Otra acusación injusta hacia las cigüeñas es la depredación que ejercen sobre las especies objeto de caza menor que tanto preocupa al gremio cinegético. Es cierto que estas aves se alimentan a menudo en todo tipo de ambientes, incluidos cultivos, donde su abanico de presas se centra en pequeños vertebrados y en un gran número de invertebrados. Insistimos poco en ello pero las cigüeñas son unas importantes aliadas en el control biológico de muchas especies consideradas plaga en ciertas épocas como son las langostas en zonas de Extremadura y Aragón o el caso del topillo campesino en Castilla y León. En cambio, los problemas de las especies cinegéticas de caza menor, como son el conejo, la perdiz y la codorniz no son ni mucho menos las cigüeñas, sino más bien la intensificación agrícola, la destrucción del hábitat y la aplicación masiva de fitosanitarios.

Pareja de cigüeña blanca en el nido con sus cigoñinos.Pareja de cigüeña blanca en el nido con sus cigoñinos.

Cuidemos de las cigüeñas

La cigüeña blanca ha estado siempre muy asociada al folclore y a la tradición cultural, desde la fantasía de que traía a los bebés desde París hasta tenerla representada en numerosas manifestaciones artísticas. En la antigüedad se relacionaba a las cigüeñas con un vínculo entre el ser humano y la naturaleza que convertía a estas aves en un puente entre ambos mundos. En la actualidad esa relación sigue existiendo, aunque para poder conservarla conviene recordar en un día como hoy que debemos continuar velando por nuestras amigas las cigüeñas, algo en lo que desde GREFA hemos estado y estaremos firmemente comprometidos.

Texto y fotos

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., biólogo de GREFA especializado en el seguimiento y conservación de especies propias de ambientes humanizados como la cigüeña blanca y el cernícalo primilla. Con la colaboración de Ignacio Otero, responsable del departamenteo de rehabilitación de fauna de GREFA, y de Carlos Cuéllar, coordinador del proyecto de control biológico del topillo campesino de GREFA.

Dos cigüeñas blancas buscan alimento en un pastizal.Dos cigüeñas blancas buscan alimento en un pastizal.

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