Como sucede por desgracia todos los años, con la llegada de la media veda ingresan en el Hospital de Fauna Salvaje de GREFA un buen número de animales tras haber sido tiroteados. Entre los pasados 31 de agosto y 10 de septiembre, coincidiendo con dicho periodo cinegético, nuestros veterinarios atendieron cuatro aves con lesiones producidas en su gran mayoría por perdigones, tras ser víctimas de disparos.
La primera de las aves ingresadas fue un estornino negro encontrado en el municipio madrileño de Las Rozas con una fractura en el fémur izquierdo y heridas en las patas producidas por el impacto de perdigones. Unos días después, recibimos en GREFA de la mano de loa Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid una tórtola europea con múltiples heridas en el ala izquierda encontrada en Orusco de Tajuña, dentro de un coto de caza sin los permisos necesarios para cazar esta especie.
Y el triste y trágico listado continúa. El pasado 7 de septiembre atendimos a un halcón peregrino encontrado en Velilla de San Antonio (Madrid) con fracturas de cúbito y radio izquierdo así como diversas heridas en el cuerpo. Finalmente, al menos por el momento, aunque cruzamos los dedos para que sea el último, el 10 de septiembre ingresó proveniente de Móstoles (Madrid) un cernícalo vulgar con una fractura también de cúbito izquierdo y restos de metralla. En ambos casos, sobre decir que las heridas fue el resultado de haber sido tiroteadas.
En esta radiografía se aprecian los perdigones recibidos por el estornino negro atendido en GREFA.
Lacra para la biodiversidad
La actitud de estos cazadores desaprensivos, que disparan a especies protegidas que no son objeto de explotación cinegética, en un periodo como la media veda donde las autorizaciones de caza se reducen a unas pocas especies, es una verdadera lacra para nuestra biodiversidad autóctona y, por supuesto, su conservación. Además de causar una horrible y dolorosa muerte a un gran número de aves (o, en el mejor de los casos, heridas que hacen que no pueda ser devuelto ese animal a su medio natural) son actos que pueden ser constitutivos de delito castigado por el Código Penal, sin olvidar que son sancionables con importantes multas.
De nuevo, la colaboración de los Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid y una ciudadanía cada vez más concienciada con la necesaria protección de nuestra fauna, hacen posible que podamos atender, temporada tras temporada, a un gran número de animales salvajes en nuestras instalaciones. A esta colaboración hay que sumar el enorme trabajo que realiza nuestro Equipo de Rescate, así como el de todo el personal y voluntarios con los que contamos en GREFA.
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